Capítulo 29

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La Secta reapareció en medio del campamento mestizo y, sorprendidos, notaron que la batalla había terminado y los semidioses habían vencidos.

–Parece que a ellos les ha ido mejor que a nosotros –comentó Maddi.

–¿Por qué no estamos en el barco? –preguntó Chris.

–Los poderes de la piedra son inestables –le contestó Erick –. No quieren que yo los use, apenas y pude sacarnos de allí, agradezcan que estamos completos.

Los semidioses corrieron a su encuentro.

–¿Lo lograron? –preguntó Frank –¿Tienen la piedra? ¿Se terminó?

–Sí, la tenemos –se la mostró Erick.

–¿Dónde está Percy? –preguntó Thalía, preocupada.

–Se quedó allá –dijo Chris, recordando que aún no terminaba del todo – ¡Hay que correr!

–¿Qué se quedará era parte de su plan? –preguntó Jason mientras corrían por el bosque hacía el barco.

–Supongo que era una posibilidad –contestó Maddi.

Cuando llegaron encontraron a Annabeth en la cubierta, quien podía ponerse de pie y parecía mucho mejor.

–Supongo que Percy decidió quedarse ¿no es así? –se quejó Annabeth.

Los demás asintieron.

–Claro que sí –suspiró –. Será mejor que nos demos prisa.

La chica sacó de su bolso una piedra exactamente igual a la de Vacío, pero de color blanco.

–¿Tienen otra piedra? –preguntó confundida Piper.

–Caos hizo más de una piedra cuando encarcelo a Vacío. Por si las dudas –le explicó Maddi, mientras Erick tomaba la piedra y preparaba el plan –. La ultima semana hemos hecho todo lo que pudimos para conseguir una de ellas y lo logramos. Así podremos romper la maldición.

–¿Qué piensan hacer con ella? –preguntó Nico confundido –¿Encarcelar a Percy y Annabeth para que no se pueda cumplir?

–No exactamente –le explicó Annabeth, mientras se hacia un corte en la mano para salpicar la piedra con su sangre –. La piedra solo atrapa a los seres creados por Caos y a su descendencia.

«Por eso no atrapo por completo a Vacío, no era su creación, sino una parte del él.

–Quieren encarcelar la parte de Percy y Annabeth creada por Caos –supuso Hazel y los demás asintieron.

–¿Los poderes que les otorgó al unirse a su ejército? –preguntó Leo confundido –¿De qué serviría eso?

–No, hablan de su parte divina –comprende Thalía, sorprendida –. Los dioses descienden de Urano y Gea, creaciones de Caos.

–¿Encarcelar su parte divina? ¿Es eso posible? –preguntó Jason.

–Supongo que lo averiguaremos –dijo Annabeth, con la mano vendada.

En la piedra también habían rociado la sangre de un frasquito que tenía Erick. De Percy, supusieron.

–Es la única manera –explicó Annabeth –. Si funciona nos convertiría en mortales. La maldición no funciona con mortales.

–Hay que empezar –le dijo Erick y ella asintió.

Cerró los ojos, concentrado y comenzó a recitar en griego antiguo varias veces la misma frase: Trae de vuelta lo que es del creador, extrae todo rastro de Caos, atrapa la magia, regresa al comienzo.

¿Qué haría sin ti? (Percabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora