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Traer al alfa a acompañarlos a la ciudad había sido todo un reto, si no hubiera sido por el Sr. Jeon que había entrado a la habitación diciendo que debía participar en el juego de esta noche, seguramente Jungkook habría seguido dentro de esas cuatro paredes durmiendo todo lo que quedaba del día.

La noche anterior había compartido parte de su historia a Jimin, no era algo fácil de hacer, pero cuando se trataba del omega era como si las cosas solo fluyeran solas, sin nada de esfuerzo podría decir que confiaba en él como para compartir cosas personales y dolorosas. Aun recordaba las manos de Jimin acariciando su cabello mientras descansaba sobre su pecho, se había sentido tan tranquilo que podría haber permanecido de aquella manera para siempre... pero ahora se encontraba caminando por las calles estrechas del único pueblo cercano buscando un regalo para su "amigo invisible"

Habría comprado cualquier cosa que viera a primera vista, pero el nombre que tenía aquel papel que Namjoon le había entregado, tenia nada mas y nada menos que el nombre de "Jimin" y siendo él, no podía regalarle algo sin pensar, no después de como lo había consolado mientras lloraba.

- Jungkook - Su padre quien caminaba por delante de él frenó su caminar y lo miro - Iremos con Hyojin a tomar un café - Señalo - Seguramente nos encontraremos más tarde en casa.

- Está bien - Dijo el alfa asintiendo con su cabeza.

- No lleguen tarde - Pidió - Y por favor vigila a Yuna, sabes que es capaz de comprar la tienda entera por su indecisión - Jungkook volvió a asentir, aunque no era algo agradable hacer de niñero de su prima menor.

Cuando perdió a su padre (y novia de éste) de vista, el pelinegro fijo su vista en Jimin quien ahora se encontraba solo observando una gran vidriera, podía decir que seguramente llevaba bastante tiempo parado allí, y eso era una clara señal de que lo que estaba viendo podría ser un excelente regalo para el juego.

- ¿Te gustan? - Pregunto parándose a su lado.

- Claro que me gustan... - Solo que no podía tenerlos.

Unos hermoso patines color negro estaban bien puesto para que todo el mundo que pasara pudiera verlos, era claro que en aquel pueblo las personas solian patinar, después de todo tenían un gran lago donde hacerlo.

- Dijiste que tus patines anteriores los vendieron ¿cierto? - Jungkook observó el perfil de omega.

Jimin tenía sus labios fruncidos, pero no porque estuviera enojado sino más bien lucía triste de tener frente a él algo que anhelaba pero que no podía si quiera volver a tocar.

- Si... mi madre y Namjoon no confían en mí - Dijo rodando sus ojos -Bueno, aunque soy yo quien los hizo desconfiar. Ya sabes que me escapo de vez en cuando para poder patinar - El alfa asintió, claro que recordaba cuando lo había llevado a la pista por primera vez, también recordaba el dolor que Jimin sintió aquella noche... era entendible la preocupación de su familia - Pero bueno, ya no importa. Tengo que seguir adelante ¿No? - Lo miro con una gran sonrisa en sus labios.

- Supongo... - Dijo inclinando su cabeza, no sabía si Jimin lo estaba diciendo en serio o solo era para que no se preocupara.

El omega comenzó a caminar por delante de él, al parecer ahora estaba buscando el regalo para su amigo, ya que miraba todo con mucha atención... o tal vez solo quería que creyera que había dejado atrás su deseo por aquellos patines. Jungkook iba a tocar su hombro, pero un fuerte olor a limón proveniente del chico frente a el inundo sus fosas nasales haciendo que sus ojos se volvieran rojos por un instante lo cual lo hizo frenar en seco.

- Jimin... - Dijo con una gruesa voz, el chico rubio giró con confusión.

- ¿Te sucede algo? - Pregunto al ver como el alfa tragaba grueso y evitaba su mirada.

Up With You 📌 Kookmin Au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora