Seventeen % ＃SHOTS . . . 💭 - editando.

11 - Seungkwan

Pronto ibas a tener un colapso mental, no es broma, has oído hablar de los momentos angustiosos que sintieron las novias durante su boda, pero nunca pensaste que sería tan malo, hasta este momento.

Te casabas con el amor de tu vida, el único hombre que realmente te ama y aprecia el suelo sobre el que caminas. Entonces, ¿por qué te sentías tan nerviosa? ¿No se supone que debes ser feliz? Esperaste este día toda tu vida y ahora que estaba aquí querías huir, ¿qué pasaba?

— Por favor, Yoona, deja de caminar, me estás dando dolor de cabeza — dijo tu mejor amiga, Hyewon, rodando los ojos y tú te volteaste mirándola, lista para matarla.

— Es fácil para ti decirlo, aún no estás casada, ¡y espero que tengas este momento de intranquilidad! — siseaste y sus ojos se abrieron de miedo.

— Maldita sea, ¿debería traer a Boo para calmarte? — preguntó poniéndose de pie, pero antes de que tuvieras la oportunidad de responder, tu madre se te adelantó moviendo la cabeza con firmeza.

— No, esto es mala suerte, ella estará bien, la boda comienza en unos minutos — dijo tu madre y la miraste con desesperación pero ella no se rindió.

Un golpe en la puerta te interrumpió, y tu padre entró sonriendo al verte — Oh Dios mío, te ves tan hermosa — dijo y tú le sonreíste abrazándolo.

— Tengo miedo — admitiste y él te dio unas palmaditas en la espalda para reconfortarte.

— Está bien, tu madre vomitó en mis zapatos el día de nuestra boda — susurró y tú te reíste. —Vamos, Seungkwan también está teniendo una crisis nerviosa — dijo y entrelazó sus brazos contigo.

Respiraste hondo y asentiste con la cabeza, comenzaste a caminar y la música sonaba mientras caminabas por el pasillo con tu padre, frente a ti Jeonghan caminaba con Hyewon porque él era el padrino y ella era su dama de honor. Viste a Seungkwan sonriendo ampliamente y algunas lágrimas escapaban de sus ojos. Parpadeaste para contener tus lágrimas, asustada de arruinar tu maquillaje y ser regañada por Hyewon. Te detuviste frente a Seungkwan, quien rápidamente vino a separarte de tu padre.

— Te confío mi tesoro más preciado — tu padre dijo y Seungkwan sonrió.

— Ella está en buenas manos, lo prometo — Seungkwan dijo tomando tu mano y tú sonreíste —te ves tan hermosa — te sonrojaste.

— Te ves muy guapo — susurraste mientras los dos se paraban uno frente al otro mientras el sacerdote comenzaba la boda.

La ceremonia comenzó pero estabas demasiado concentrado en tu prometido para notar que ya has llegado a la parte donde se supone que debes recitar tus votos matrimoniales. Tú asentiste con la cabeza dejando ir a Seungkwan primero, él respiró hondo y miró directamente a tus ojos mientras comenzaba con sus votos.

— Mi amor, eres lo mejor que me ha pasado, llegaste a mi vida cuando estaba destrozado, estaba en un lugar oscuro y tú eras la luz que me guiaba hacia el camino correcto. Sé que no soy el mejor para explicar mis sentimientos, pero estoy enamorado de ti, creo que los sentimientos que tengo hacia ti van más allá del amor. Prometo amarte y apreciarte tanto como yo. Te amaré en la enfermedad y en la salud, prometo acurrucarme contigo todo lo que quieras y recoger golosinas para ti cuando quieras. Prometo secar tus lágrimas y estar ahí cuando te sientas mal. Prometo cuidarte y amarte hasta mi último aliento.

Seungkwan terminó de recitar sus votos y cuando terminó, llorabas tan fuerte que él te secó las lágrimas antes que sus propias lágrimas. Hyewon vino y te dio un pañuelo, trataste de respirar para poder comenzar tus votos. Después de arreglar tu compostura, miraste a Seungkwan sonriendo.

— Kwanie, mi amor, para empezar, mi corazón siempre da un vuelco cada vez que te veo. Como he pasado toda mi vida buscando a mi otra mitad, supe que eras tú desde el momento en que nos conocimos. Significas el mundo para mí y lo sabes bien, llegaste a mi vida después de que me decepcionaron tantas veces, estaba rota y triste, pero hiciste que me enamorara de ti sin siquiera darme cuenta. Enamorarse de ti fue fácil. Prometo estar ahí para ti todos los días. Prometo estar ahí cuando te caigas y ayudarte a levantarte de nuevo. Prometo que cada beso estará lleno de más amor que el anterior y que nuestros días juntos crecerán en amor y devoción. Aunque es hasta que la muerte nos separe, sé que nunca nos separaremos realmente porque nuestras almas están hechas el uno para el otro.

Terminaste de recitar tus votos y fue tu turno de consolar a Seungkwan, el sacerdote pidió los anillos y Jeonghan vino y se los entregó a mi ya casi esposo quien sostuvo tu mano deslizando el anillo en tu dedo, tomaste el otro anillo y lo ayudaste a ponerselo.

— Ahora los declaro marido y mujer, puede besar a la novia — una vez que esas palabras salieron de la boca del sacerdote, Seungkwan te agarró por la cintura y te besó.

Sonreíste en el beso, los gritones de tus amigos se ahogaron mientras te concentrabas en tu ya esposo. Te aferraste a Seungkwan, quien sostuvo tu cintura firmemente mientras tus brazos se envolvían alrededor de su cuello. Este beso fue diferente a cualquier otro beso que ustedes dos compartieron, este fue el beso más asombroso porque fue su primer beso como esposo y esposa.

Cuando te alejaste, Seungkwan sonreía ampliamente, feliz de que eras suya y el mundo entero lo supiera. Ustedes dos fueron hechos el uno para el otro, como almas gemelas, estaban juntos.

— Estoy tan feliz de que seas mía para siempre, te amo mucho — Seungkwan dijo abrazándote y tú sonreíste enterrando tu rostro en su pecho.

— Yo también te amo, Boo Seungkwan.