La princesa

•13•

Santiago Guzmán.

En cuanto me avisaron que mi princesa se había desmayado,salí disparado al hospital.

Al llegar note que estaba rodeado de gente de don Ismael,entre y me dirigí al último piso como me indicó Vicente.

—¿Como está?-pregunte un poco alterado.

—Esta bien,Santiago- me responde Tereza sonriendo.

—necesito verla, ¿puedo?.

—Si, de hecho acabo de salir yo de verla.

Le conteste con un Gracias y entre al cuarto.

Al entrar,la veo recostada en la camilla sobando su estómago.

—Amor,¿Que paso,princesa?.

—Solamente me desmayé.

—Y lo dices así como si nada.

—Santiago,no quiero volver a discutir ¿si?.

—Esta bien,cuéntame que te dijo el doctor.

—Pues nada,solamente que me tengo que alimentar mejor.

Toda la tarde estuve platicando con pau,hasta que la dieron de alta,no la pude acompañar a su casa ya que me hablo mi mamá que me fuera a la casa por que llegaron los abuelos.

—Hay no inventes,wakala.-dije mientras alejaba el plato que había servido nora para cenar.

—Bueno y ahora que Santiago-me dice mi apá molesto-ya llevas días de que algo te da asco.

—Pues hasta yo quiero saber,simplemente me revuelve el estómago el olor,lo único que se me antoja comer y no me dan asco son los hotcakes.

Y paulina,claro.

—Ni modo,aquí no es restaurante para que anden sirviendo lo que se le antoje al nene.

—Ya Iván,déjalo.

—Pues es que no mames,en estos días a sido un tiradero de comida,nada más por que le tienen que cocinar lo que el diga y todo para que lo pruebe y ya esté lleno.

—Hay saben que,ya me voy a dormir,buenas noches.

Subí a mi habitación,me acosté en la cama y no pasaron ni cinco minutos cuando me quede profundamente dormido.

Paulina Zambada.

—Por que no le dijiste-me pregunta Tereza por décima vez en el día.

—Ya te dije que voy a dar la noticia en mi cumple, solo falta una semana.

—Quiero ver su reacción en primera fila.

—Si Tereza,si.

—Mi niña,llegó el joven Santiago.

—Dile que suba nana,por favor.

—Bueno,me voy o se me va salir decirle.

—Desde que te estás llenado Tere.

—Sabes que no me gusta que me digan tere.

—Ah pero no fuera ese,¿como se llama,?,ahh si, Ernesto.

—Cállate paulina,bye-dijo antes de salir del cuarto.

—Hola,hola.

Entra Santiago para darme un corto beso.

—Hola guapo, que te trae por acá.

—Vine a verte y a distraerme un poco,mi apá anda de un humor.

—Tal vez por el embarazo de Fer.

—Pues espero y nunca me pase.

¿Que? ¿Acaso me está diciendo que no quiere ser padre?

Aunque el me dijo que quería tener docenas de hijos conmigo,o acaso ya se le olvido.

—¿El que?-pregunte un poco confundida.

—Estar de ese humor.

—Ahh.

—Cambiado de tema,tienes algo que hacer hoy.-me dice con una sonrisa torcida.

—¿Me estás preguntando o afirmando?

—Afirmando,claro. -dice divertido.

—Y que se supone que vamos a hacer.

—Iremos a comprar regalos,para el baby shower.

—Sabes que casi no me dejan ir a Culiacán.

—Eso ya está arreglado,yo mismo le pedí permiso a tu padre hace unos minutos.

—Pues bueno,vamos.

Toda la bendita tarde me la pase en busca de cosas para la bebe de Fernanda,por que si,será niña. Y por supuesto no puede evitar ver cosas demasiado lindas para mi pequeño o pequeña,Santiago andaba igual o peor que yo,casi quería llevarse todo.

—Amor creo que es suficiente con lo que llevamos.

—Está bien,ya que nazca le compro más cosas.

—vamos a pagar pues.

Nos dirigimos a la caja y la que atiende sólo nos veía como si fuéramos unos locos compradores compulsivos.