La princesa

•28•

Santiago Guzmán

Me desperté y caí en cuenta de los que estaba pasando, habían matado a mi padre.

Me levante de la cama, me cambie y baje, a buscar a mi mamá, y ahí la vi, sentada en uno de los bancos de la barra de la cocina.

Se ve devastada, los ojos rojos hinchados, la mirada perdida, despeinada y con el maquillaje del día anterior corrido de tanto llorar.

—Mamá- pronuncie.

Al instante se paró y corrió a abrazarme con todas sus fuerzas para comenzar a llorar fuerte.

—Mi amor, se nos fue tu papá mi vida, se nos fue- repetía llorando desconsoladamente.

Yo solo me quede callado, intenté hacerme el fuerte por ella, aunque no pude hacer mucho ya que se me salían las lagrimas.

Después de estar un rato abrazos llorando, escuché carros llegar, sabía lo que se venía, también sabia que los chapitos no se iba a quedar de brazos cruzados llorando por la muerte de su hermano, su segundo hermano muerto.

Paulina Zambada.

Desde que sentí que Santiago salió de la habitación no e hecho otra cosa más que recordar todos esos bellos momentos que pase con Iván.

Pero al escuchar camionetas llegar me levante alarmada a mirar por la venta, al abrir un poco las persianas, pude observar a mi padrino Joaquín juntos con Ovidio y alfredo bajarse de la camioneta.

Corrí un poco al baño, me di un baño y baje.

—Hola- fue los únicos que pronuncie al estar frente a ellos.

— Hola pau- respondieron al uníso.

Me dispuse a desayunar un poco de fruta, ya que no quiero andar con el estómago vacío, mientras escuchaba a los Guzmán.

— Ya arreglamos todo en la funeraria- mencionó Alfredo.

—Muchas gracias- contesto Fernanda.

—Miren yo sé que este tal vez y no sea el momento tan adecuado, pero yo no voy a quedarme con los brazos cruzados, llorándole a mi hijo- dijo esta vez mi padrino.

— A que te refieres abuelo- pregunto Santiago.

Mi padrino no respondió, solo nos dedicó una mirada que sabíamos lo que significaba, y era guerra.

Deje que ellos hablaran de sus cosas, y subí a ver a mis hijos, mis pequeñas que no recordaran a su abuelo, solo les tocara ver fotografías al igual que a su hija.