•30

1K 91 6
                                    



Dos semanas, dos semanas an pasado y Santiago ya se ve un poco mejor, Fernanda y su bebé se fueron a USA ya que quiere alejarse de esto un poco así que aprovecho y se fue con Rosa, hermana de los Guzmán.

Santiago en tan poco tiempo se acomodó de lleno en los negocios.

Los Guzmán siguen con su plan de venganza.

Y yo, pues yo solo me e dedicado a existir. Aunque e estado pensado en poner una boutique o algo por el estilo, por qué la verdad siento que no ayudo en nada, bueno ayudo en cuidar a mis hijas, pero eso es diferente por qué es mas como mi obligación.

Ahora me encuentro haciendo de comer, bueno ya terminando, hice la comida favorita de mi ser amado,  chiles rellenos. La verdad me quedaron un poco deformes pero espero y sepan bueno, ya que es una de las pocas veces que e cocinado estás comidas tan complicadas.

—Amor ya llegue.

En cuanto escuché a Santiago corrí hacia él para abrazarlo y besarlo.

—Que bueno, por qué adivina qué?- pregunté haciéndome la interesante.

—No pues no se, no soy adivino amor.- respondió juguetón.

—Ay por eso me caes mal- dije mientras hacía en intento por separarme de él por qué me tenía casi amarrada a él- nunca haces el intento de adivinar, solo dices no sé y no sé.

Escuché como solo se rió y intento darme un beso, pero esta vez fui más rápida y me escapé de sus brazos para salir corriendo a la cocina. Y no por qué no quisiera estar con el, si no por qué me acorde que tenia el arroz en la lumbre.

Y tal como lo sospeché se estaba quemando, aunque bueno se puede rescatar la parte de arriba, creo yo.

—Mmmm, huele, exquisito- escuché las burlas de Santiago a mis espaldas, refiriéndose al olor a quemado.

  —Ni te burles Archivaldo que así te lo vas a comer, por qué te lo hice con mucho amor y además gasté horas de mi sagrado tiempo en el que pude estar poniéndome mascarillas o algo- le conteste haciéndome la enojada.

—La verdad es que estaba planeado invitarte a comer.- solo le hice una mala cara y este soltó una risa, como que hoy anda muy sonriente- solo estoy bromeando amor.

Entre burlas de Santiago me puse a poner los cubierto, vasos y platos en la mesa para servir. Y después de 10 minutos ya está todo acomodado y servido en sus respectivos lugares.

Nos sentamos y era el momento de probar mi dichosa comida.

Contamos hasta tres los dos y nos echamos el primer bocado a la boca y fue también el último por qué esto sabe horrible.

Vi como Santiago se aguantaba hacer malas caras, lo conozco y se que es capas de acabarse el plato solo por complacerme y no hacerme sentir mal.

—Que tal?- pregunté tratando de aguantar la risa para que pensara que hablo enserio.

—Te quedó buenísimo amor no manches.-Contesto dedicándome  un intento de sonrisa.

Solté una carcajada para acercarme a él y darle un beso.

Obviamente no deje que se comiera eso y tuvimos que comer birria que había del día anterior.

Después de comer nos subimos a la recámara para estar con nuestras bebés recostados en la cama, pasando tiempo de calidad en familia.


—/—/—/—/—/—/—/—/—/—/—/

Esa Paulinita casi nos intoxica al Santi. Y la queso pluma dice la paulina.🤣

Paso para saludar, ya que ando intentado ser más activa (según yo).

Les mando besos y abrazos por apoyar.

No olviden votar plebes, besitos. 💋

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 28, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La princesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora