CUATRO

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Querido Dylan:

Ha pasado alrededor de una semana desde mi ultima carta, no ha pasado mucho, no he tenido cosas para contarte, además de que mis días no han sido buenos, todo lo que he hecho es despertar, llorar y volver a dormir.

Estos días te he echado mucho de menos, por eso he decidido escribirte nuevamente en lugar de llorar.

Como no sabia muy bien que escribirte, he decidido revivir un momento random que me ha llegado a la mente esta mañana, era nuestro primer día de escuela, teníamos 6 años y aun no nos conocíamos, pero llamaste mi atención en cuanto entraste en el salón despidiéndote de tus padres, eras un niño tierno y rellenito ,de unos ojos verdes hermosos, pero eso no fue lo que llamo mi atención de ti, fue el hecho de que tus padres te llevaban y te deseaban suerte, sentí envidia, pues tus padres se habían tomado el tiempo de acompañarte en un día importante, y yo no tenia nada, estaba sola, mis padres estaban muy ocupados para acompañarme. Mas tarde ese día, me tumbaste en el recreo, y te reíste de mí, solo quería golpear esa cara regordeta pero no quería meterme en problemas, así que no lo hice, pero luego extendiste tu mano para ayudarme a ponerme de pie, me pediste perdón y preguntaste mi nombre, estaba muy enojada que pensé en no dirigirte la palabra, pero no quise ser descortés y te dije mi nombre. Después de eso, hablamos mucho, incluso me ofreciste de tu merienda al verme sin nada para comer.

Y desde ese día pasaste de ser el niño al que quería golpear en la cara a mi mejor amigo —que en ocasiones seguía queriendo golpear—, éramos inseparables, éramos solo tu y yo contra el mundo.

Cambiando de tema, navidad es en dos días, aunque no se siente igual que todos los años, supongo, solo tengo que entrar mas en el espíritu navideño, pero he estado muy deprimida para hacerlo.

Mis abuelos han regresado a la ciudad, así que mi día estuvo mucho mejor que los anteriores, los extrañaba demasiado, y volver a verlos me ha animado un poco, también puedo decir que ese desayuno exquisito que solo ella sabe hacer ha ayudado un poco con mi animo aunque también me puso algo nostálgica, te encantada la comida de mi abuela, pero ¿a quién no?.

Bueno, creo que es hora de terminar esta carta, prometo escribir nuevamente en navidad.

Atte:
-Emily

Atte: EmilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora