Atte: Emily

DIECISIETE

Querido Dylan:

Esta mañana me costo demasiado despertarme, quería seguir durmiendo, me he dormido muy tarde y me he quedado dormida llorando.

Creía que todo empezaba a mejorar ya, pero bueno, todo es una montaña rusa de emociones, un día estoy bien y al siguiente estoy toda una semana llorando y lamentando mi existencia.

No sabes la falta que me haces, de alguna manera eras la única persona que ayudaba a sanar mis heridas, que me ayudaba a sentirme mejor en mis peores momentos, nunca me dejabas sola en ningún momento, así fueran las 3 de la mañana, siempre me escuchabas, pero ahora ¿Cómo se supone que debo de cerrar esta herida causada por tu muerte? ¿Cómo se supone que debo hacerlo si esa persona que siempre estaba para mi en mis peores momentos ya no está?

Se que seguir aferrándome a ti me hace más daño, sé que en algún momento tendré que dejarte ir para seguir con mi vida o por lo menos intentarlo.

Se que debo hacerlo por mi misma, se que debo dejar de aferrarme a tu memoria, pero simplemente no puedo. No puedo dejar de pensar en un futuro donde prometiste siempre estar y ahora no lo estas más.

Me da miedo olvidarte, me da miedo olvidar tu risa, y tus terribles chistes, me da miedo olvidar todas esas veces cuando éramos chicos e imaginábamos que íbamos a las estrellas, me da miedo olvidar la maravillosa persona que eras.

No quiero olvidarte, pero tampoco quiero seguir estancada en el dolor y la soledad...

Te extraño cada día más, y cada día espero que vuelvas, pero hoy se cumplen 9 meses de tu muerte y se que ya no volverás.

Atte, te ama:
-Emily