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Arya Hemmings

(apellido de soltera: Harrelson)

—¿Cómo sé que no la estas inculpando por celos? —inquirió el agente con los ojos entrecerrados.

—¿Por qué lo haría?

—Porque así podrías perjudicar su nombre. A fin de cuentas, Luke regresó con ella luego de utilizarte. ¿Me equivoco? —ella negó—. En mi opinión, nunca tuvo que dejarla por alguien como tú.

—Su opinión sobra, agente Lough —a pesar de hablar con suma frialdad, era notorio la molestia causada por el comentario.

Lough saboreó ese momento.

—La señora Hemmings es la menos probable de ser culpable. ¿No lo habías pensado? —golpeó su cien con uno de sus regordetes dedos—. Tiene prácticamente todo lo que una mujer desea. Un futuro asegurado, una hermosa casa, el respaldo de una familia importante. Lo único que ahora le falta es su esposo.

—Tiene razón, salvo el hecho de que el dinero que ella gasta es por el trabajo de Luke. Siempre y cuando, ellos estén casados.

—¿Y no era así?

—Usted mismo lo ha dicho. Luke la engañó conmigo, tal vez no tuvo que haber pasado, pero así fue. A pesar de haber regresado con ella, un hombre que la hace una vez, lo hace dos veces. Incluso, no lo sé, llegar a divorciarse.

Eduard rechazó la idea al instante. Al igual que el resto del pueblo, el agente consideraba el divorcio como un pecado. ¿Para qué prometerse estar juntos hasta la eternidad, ante Dios, para terminar separados? Aquello era una grave ofensa pagado con el infierno, tanto en vida, como en la muerte.

Una mujer divorciada no vale nada. Si no puede retener a un hombre, no era capaz de hacer nada. Ya había sido usada, nadie quería a una mujer impura. Viviría siempre bajo señalamientos y cotilleos, moriría sola. Nunca encontraría un hombre que la quisiera así.

En cambio, una viuda, eso podía ser incluso un gran honor.

—No se atreverían a hacerlo.

—No puede asegurarlo —se hundió de hombros—. Estamos hablando del hombre que no le importó meterse con una prostituta. Un hombre que ordenaba y esperaba que todo el mundo lo obedeciera. ¿Cree que le importaban los cotilleos de la gente? Por supuesto que no. Lo que deseaba, lo obtenía. Punto final.

—Pero no permitiría que Arya cayera en la desgracia —habló con menor seguridad—. Nadie volvería a casarse con ella. Quedaría tachada por la indecencia.

—Eso usted no lo sabe, y Arya tampoco podía asegurarlo. Ella no es estúpida, no arriesgaría su reputación y el dinero. Tenía que actuar antes de que Luke decidiera dejarla. Estoy segura que ella recibirá toda la fortuna de Luke, solo matándolo podía conseguirla.

Aunque no quisiera aceptarlo, aquello podría ser lo más sensato que la chica había dicho en los últimos minutos. Viéndolo de esa manera, era una gran probabilidad. El matrimonio había estado a punto de quebrarse, dejando a ella desamparada. Probablemente Arya pensó lo mismo cuando notó que Luke regresaba a ella. Esa era su oportunidad para asegurarlo todo.

Maldita sea.

No se le ocurría que responder o como apelarlo, solo guardó silencio.

Beautiful Hell | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora