Cap 4

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Familia Reunida

Las cosas cambian y para derrotar a alguien tienes que dominar su territorio 
 


Hela

Mis hermanos me cuentan que cuando caí dormida a causa del hechizo de Frey, Fenrir actuó rápido y se oculto en mi sombra para protegerme, por muchos años estuve encerrada en una cueva en donde los demonios de Luka me custodiaban, no fue hasta unos 25 años atrás que Jörmungander pudo sacarme de ahí, pero las consecuencias de haber estado tanto tiempo dormida ya habían aparecido, me había convertido en una bebe, sin memoria y sin poderes, fue ahí cuando decidió dejarme en un orfanato, así los demonios de Luka no me encontrarían, ya que ellos buscaban a un adulto y no a una bebe, Dante poco después se unió al orfanato, gracias a los poderes de mi hermano pudo convertirlo en niño y así integrarse sin llamar la atención.

Durante todos estos años mis hermanos vieron como los nuevos dioses cambiaron la historia y de cómo los humanos los idolatraban como también le temían, en nombre de ellos cometieron varios delitos, mucha sangre corrió, al igual que conmigo, los humanos comenzaron a temerle al Diablo, pero unos crearon hasta cultos para darle tributos a cambio de conocimientos y poder "vaya ilusos", actualmente se que ya no hay muchos adeptos a la iglesia pero si hay varios que adoran las artes oscuras o se sienten atraídos por los demonios de Luka.

—Hay algún otro dios antiguo vivo o solo somos nosotros? —pregunto sentada en uno de los sillones

—Se que Ares esta vivo, más no se su ubicación —me dice Jörmungander. El que el dios de la guerra Ares este vivo es bueno pero también malo, porque convencerlo será un dolor de cabeza, es un dios fuerte pero también uno muy terco y obstinado "aunque no es alguien que te cueste convencer" suelta mi conciencia, es verdad, entre los dioses del olimpo era con uno de los que mejor me llegue a llevar, ya que era transparente y no ocultaba nada.

—Que haremos para acabar con esos malditos híbridos? —espeta Fenrir haciendo presión en el vaso que lleva en la mano

—Tranquilo lobito, esta guerra no se ganará como antes, haciendo correr sangre —le digo —será una más...divertida —suelto con una sonrisa traviesa

—Que tienes en mente Hela?—pregunta Jörmungander

—Por lo que veo eres alguien con muchas influencias hermanito y las necesitaré para lo que tengo planeado

—Y eso seria...?

—Calma, no seas impaciente —digo— primero quiero que lleguen las gemelas, ya que ellas tendrán un papel importante en todo esto —la puerta se escucha y unos pasos apresurados llegan hasta donde estamos nosotros, dos siluetas se muestran junto con una tercera atrás. Las dos chicas me ven escaneándome por completo —soy yo —digo, a ambas se le forma una sonrisa y corren hacia mi aplastándome en el sillón, las 3 nos reímos

—Como? —dice Eris viéndome, ella tiene el cabello negro como la noche al igual que mis hermanos, ella era conocida como la diosa de la discordia, ya que le encantaba crear conflictos solo por diversión

—Digamos que se lo debo a Eurus —su ceño se frunce y ve la herida en mi cuello

—Maldito híbrido...—susurra con odio y veo que sus ojos se ponen de color ámbar

—Ey tranquila, que ya me encargue de él — ella vuelve su vista hacia mis ojos y se calma, Circe aún no se despega de mi cuello y la siento temblar —no es una fantasía Circe, estoy aquí —ella era la diosa de la magia, heredo mucho más de mamá que cualquiera de nosotros juntos y a veces esa magia se descontrolaba jugándole algunas malas pasadas.

HelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora