Hela

Cap 8

Recordando viejos amores
El amor puede curar pero también lastimar

Eris

Veo como mis hermanos, Hela y Fenrir, salen de la puerta de los pisos inferiores, Hela me ve y sonríe yendo hacia las escaleras para acercase hacia mi, veo como varios humanos voltean a verla, mi hermana siempre a sido hermosa, cabellos blancos al igual que la piel, parece alguien sacada de un cuento de fantasía, su apariencia me recuerda a la de mi madre, pacífica y llena de calma, pero también podías notar a mi padre en ella, al idear planes y dando órdenes, cuando la designaron como diosa del inframundo, ese lado calculador y frío salió a flote, recuerdo que llego a influir bastante miedo hasta los griegos, Zeus y Odín inventaron que la mitad de su rostro era deforme, como el de un cadáver, "malditos viejos mentirosos"

—Por qué estas enojada? —me pregunta Hela al estar cerca

—No lo estoy

—Eris...

—Ella está así por el dio de la guerra —dice Circe detrás de mi, yo volteo y la miro mal

—Que tiene que ver Ares en todo esto? —cuestiona mi hermana

—Nada —respondo —no se de donde saca Circe esas idioteces

—Te lo puedo mostrar si quieres —yo tomo la mandíbula de Circe apretándola

—No te metas en mis cosas hermanita —siseo con los ojos encendidos

—Entonces se sincera Eris, porque solo te lastimas a ti —los ojos de Circe también se iluminan tan blancos

—Basta las dos —ordena Hela y yo suelto a mi hermana —Eris, pequeña, dime que sucede? —Hela toma mi rostro con ambas manos mirándome como a veces lo hacía mi madre cuando me sentía mal

—Yo...—dudo antes de hablar—antes estuve con Ares —susurro agarrando sus manos apartándolas de mi rostro —pero fue un maldito error, porque el idiota también se metía con Afrodita y después está me culpó porque los descubrieron

—Y que es lo que te lastima? Que Afrodita te haya culpado o enterarte que no eras la única de Ares? —yo no pude responderle, solo baje la mirada y apreté mis manos en puños, Hela me abraza y yo rodeo su cintura —mi pequeña Eris...sentiste el más dulce pero doloroso sentimiento, te enamoraste del dios de la guerra —esta me aparta y lleva mi cabello hacia atrás —por que no me contaste?

—Porque tenía la esperanza de que este haya muerto —digo —jamás pudimos encontrarlo, Jörmungander lo busco, pero solo había indicios pequeños de su existencia nada concreto

—Y quisiste creer que estaba muerto —me dice a lo que yo asiento, esta suspira mirándonos —que les parece si hoy, las tres —agarra a Circe del cuello y la atrae hacia nosotras —nos olvidamos por una noche de todo y fingimos ser unas simples humanas, que disfrutan un poco en un club lo bastante bueno —su propuesta no es mala y con Circe aceptamos, "una noche para relajarnos no es mala idea", encontramos un privado disponible y empezamos a pedir bebidas, las 3 comenzamos a bailar, beber, algunos humanos quisieron acercarse, pero no los dejamos, cuando ante nosotras se presentan los 3 demonios de Lucifer

—Diosas —se inclinan un poco a modo de respeto, puedo notar que en uno hay un sello de obediencia, "así que ya uno cayó ante mi hermana", sonrío sabiendo eso, noto como Leviatán mira a Circe y esta igual, a pesar de ser un poco inestable, Circe es peligrosa, ella tiene casi la misma habilidad de mamá con respecto a la magia pero su forma de usarla para el engaño, me recuerda a papá, y más cuando se trata de seducir —esperamos poder compartir con ustedes y ayudarlas a divertirse —las 3 nos vemos, no parece mala idea, Belcebú me mira con hambre y deseo, el vestido corto negro ayuda bastante con eso, yo me levanto y me acerco a él