Cap 7

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No todo eso lo que parece

Hay secretos que nos atan como cadenas

Fenrir

—Suéltame maldito perro —gruñe Frey en mis brazos mientras la arrastro por la planta baja hasta un cuarto, como puedo abro la puerta de metal y la empujo dentro haciendo que caiga en sus manos, entro y cierro detrás de mi la puerta, ella voltea a verme con los ojos encendidos, un verde que podría igualar al jade —que es lo que piensas hacerme?

—Mmmm...como dijo mi hermana hace mucho que no tengo diversión —digo a lo que ella se levanta rápidamente con una postura defensiva "esta analizando mis movimientos" —pero dudo que una híbrida pueda saciar mis gustos —lo que digo la hace enojar más

—No es como si complacer a un maldito dios inútil, sería un honor —con un movimiento rápido voy hacia ella y la agarro del cuello estrellándola contra la pared de atrás

—Cuida tus palabras híbrida —digo haciendo que mis ojos brillen por el poder que emano

—Que? —dice —herí tu orgullo con la verdad, perro inútil —apreto más mi agarre, ella hace una mueca en reacción —al menos Jörmungander vigilaba las aguas —su voz suena ahogada —tu en cambio estabas preso y encadenado —el hecho que mencioné como los malditos nórdicos me trataron me enerva —alejado y usado solo cuando era necesario —una sonrisa de burla aparece en sus labios —el hijo de los dioses degradado a una simple bestia —mi agarre se vuelve más fuerte que ella alza la cabeza intentando conseguir aire

Si, lo que dijo es cierto, entre mis hermanos, fui al único que trataron como un maldito animal, para entrenamiento o simplemente al cual usaban como arma, a mi hermano lo mandaron al profundo del mar, ya que su crecimiento nunca paro, y lo condenaron a ser el guardián de estas, "yo también crecí sin medida, pero a mi me degradaron a ser un simple peón", noto como el color se va desvaneciendo del rostro de Frey, la suelto y esta cae al suelo, tose y se agarra el cuello

—Una híbrida que para lo único que la crearon fue para ser esclava

—Pero yo al menos pude vivir como reina —dice mirándome desde abajo —tu en cambio estuviste condenado a estar en la sombre de tu hermana, cuidándola —yo me agacho viéndola, Frey tiene los cabellos color rojo intenso, unos ojos tan verdes que resaltan, su cuerpo no es delgado pero tiene las curvas necesarias para atraer a cualquier mortal

—Cual es el nombre que tomaste este tiempo? —pregunto cuando llevo un mechón atrás de su oreja —ah ya recuerdo, Lilith, la primera esposa de Adán, la cual fue tachada como traidora por no quedarse con su compañero y decidió meterse con demonios y criaturas de la oscuridad —agarro con mis dedos su mentón —tu no viviste como reina Frey, solo como una mujer que se reveló contra su amo al abrirse de piernas con quien se le dio la gana —esta traga sin apartarme la mirada —no muy lejos de la verdadera historia —está intenta ir en mi contra y la freno, nos ponemos ambos de pie y la pongo contra la pared —porque fue así como conseguiste que esa maldita guerra inicie —esta se estruja y yo empujo mis caderas a su culo para que sienta mi miembro —te abriste de piernas a esos malditos viejos —con mi rodilla le abro sus piernas y siento como sus intentos por zafarse aumentan —dime como se sintió —digo en su oído —que tanto Odín como Zeus te la metieran toda, usándote solo para saciar su maldita lujuria

—Lo mismo que se siente tenerte detrás mío —dice con rabia —un asco y unas ganas de cortarte la maldita garganta como hice con ellos —yo rio y la suelto dando pasos hacia atrás

—Te dije que te haría rogar por un roce mío —le digo a lo que ella se voltea —pero no lo haré de la manera en que piensas

—Primero te mato antes de pedir un toque tuyo, asqueroso perro —espeta —ustedes nunca entenderán lo que nosotros pasamos en manos de los de su raza

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