8. Cartago (Mindi)

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Aquella tarde fuimos a la fábrica. Por el camino estuve pensando, me había llevado un buen susto cuando por un momento me había creído que Ashia y John eran novios. John era como mi héroe, mi ejemplo a seguir y no me gustaba la idea de que tuviera que compartirlo con alguien más.

Finalmente llegamos. Allí estábamos, los cuatro ante los transportadores y Bred en la sala del superordenador. Dispuestos a entrar en Lyoko, más concretamente en el sector cinco. Mi hermano había insistido en que yo me quedara por si había alguna torre activada poder enviarme más rápidamente, pero yo sabía que solo era una excusa, así que no le hice caso y le obligué a que me virtualizara. A veces se preocupaba demasiado.

Primero entraron Kevin y Ashia en dos de los escáneres y cuando mi hermano los hubo materializado se volvieron a abrir vacíos para que John y yo entráramos. Sentí los chorros de aire del escaneo a los que ya me había empezado a acostumbrar y después una luz cegadora me obligó a cerrar los ojos.

Cuando los volví a abrir me encontraba en el sector del hielo. Hacía frío y todo estaba congelado a mi alrededor a excepción de Ashia, John y Kevin que me estaban esperando.

-¿No tendríamos que haber ido al quinto sector, Einstein? – preguntó Kevin desconcertado.

-Sí, pero no he conseguido averiguar cómo virtualizaros directamente allí – contestó mi hermano.

-Entonces ¿Cómo se supone que vamos a llegar, genio? – preguntó John.

-Tenéis que ir al límite del sector y una vez allí, no sé muy bien lo que pasará, pero teóricamente tendríais que poder ir al núcleo de Lyoko desde allí. Os envío los vehículos.

Ante mí, apareció la plataforma con el manillar y pude ver como ante el resto de mis amigos aparecían una moto de una sola rueda para Ashia, una tabla morada para Kevin y otra igual pero blanca para John que combinaba a la perfección con su traje. Montemos todos rápidamente en ellos y comenzamos a dirigirnos hacia donde Bred nos indicaba.

El límite del sector no estaba demasiado lejos, mi hermano ya se había encargado de ello al virtualizarnos. Cuando llegamos dejamos los vehículos a un lado y esperamos. La voz de Bred no tardó ni unos minutos en hablar.

-Me pide una contraseña – dijo extrañado – y el programa que los descodifica no parece funcionar con ella.

-Prueba con Lyoko – propuse al recordar el código que tenía que poner en las torres.

-No es, eso sería demasiado fácil. En la pantalla me pone bienvenido a Cartago así que creo que es algo relacionado con eso. A ver, se tiene que referir algún personaje de la guerra de los cartagineses contra los romanos. Hay que entrar a Cartago, hay que derrotar a Cartago... ¿Quién derrotó a los cartagineses?

-No es momento de una lección de historia Einstein – se quejó Kevin – acaban de aparecer tres cubos con patas y probablemente con intención de atacarnos.

Miré hacia donde señalaba Kevin, exactamente allí había dos cubos en cuyos laterales se encontraba el mismo símbolo que en todos los monstruos que habíamos visto hasta entonces.

-El que los derrotó fue Escipión. ¿Es que no prestáis atención en clase? ¡Bingo! – exclamó Bred – Es la correcta.

-¡Eres un genio! – gritó Ashia al aire.

-Fijaos – dije señalando a los bloques – se están yendo.

-Tal vez sea por eso – me contestó John mientras se giraba hacia el infinito.

Había aparecido una gran esfera gigante, blanca, con el símbolo que todos los monstruos de XANA tenían, el mismo símbolo que había en las plataformas de la torre. ¿Eso era algo bueno o malo?

Pasando el testigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora