-¿Cuándo volverá papá? – pregunté curiosamente a mi madre.
La bata blanca que llevaba tapaba casi en su totalidad el bonito traje que lucía. Siempre solía llevar ropa sencilla pero bonita. Era una lástima que para su trabajo tuviera que llevar esa bata.
-Se supone que volvía esta noche pero... - mi madre no acabó la frase se limitó a mirar el reloj y a suspirar – también se suponía que cuando yo volviera del trabajo ya estaría aquí. He vuelto del trabajo y no está aquí... En fin, ¿qué queréis para cenar? – preguntó mientras colgaba la bata en una percha.
Pude ver la decepción en los ojos de mi madre. Mi padre rara vez cumplía las promesas que hacía sobre ausentarse del trabajo como "tal día me lo cogeré libre para estar contigo y los niños" "Volveré antes de cenar para ayudarte a cocinar" "Llegaré a tiempo a tu cumpleaños" y cientos de frases por el estilo. Miré a mi hermano para ver qué opinaba acerca de la situación pero sus ojos parecían reflejar únicamente pena y preocupación. ¿Qué le pasaba?
Justo en ese momento sonó el ruido de las llaves abriendo la puerta de casa. Mi padre entró apresuradamente, estaba algo despeinado y respiraba con dificultad. Levantó la mirada y fijo la vista en mi madre arrepentido.
-Aelita, sé que llego tarde y que soy un marido horrible, pero antes de que te enfades, tenemos que hablar, por favor.
Ni siquiera nos dirigió una palabra. Se limitó a mirarnos con seriedad para que nos fuéramos. Nunca lo había visto así. Con una mezcla de enfado, preocupación y duda. Nos había pillado, estaba casi segura de ello. ¿Qué otra cosa podría ser?
Bred y yo salimos de la habitación fingiendo inocencia y nos quedamos tras la puerta a escuchar lo que decían. Las voces eran muy bajas, pero lográbamos oír fragmentos sueltos de la conversación.
-...con Ulritch. También piensa que son demasiadas coincidencias, no ... ¿qué opinas? – la voz de mi padre se escuchaba más ahogada y era más difícil de seguir. Pero la de mi madre, más aguda, era fácilmente entendible.
-¿Qué opino? Opino que Bred es un chico inteligente, pero a ti te llevó mucho tiempo aprender a hacernos vehículos ¿y de repente nuestro hijo sabe en un solo día? Además ¿insinúas que ellos activaron las torres y que después las desactivaron? ¿Cómo? Solo yo puedo desactivarlas. De todas formas ¿qué hay de peligroso en que vayan a Lyoko? Destruimos a XANA, así que independientemente de si ellos están yendo o no a Lyoko deberíamos dejarlo estar.
-Hacer un vehículo es tremendamente sencillo si coges la copia de otro ya existente. – la voz de mi padre se había elevado por la emoción, por lo que podíamos escucharlo todo a la perfección - No sé cómo pudieron hacer lo de las torres pero... Bred fue capaz de borrar todo rastro de ellos en Lyoko (al menos superficialmente), ¿por qué no iba a poder borrar el rastro que deja XANA? Lo que está claro es que alguien ha encendido el superordenador y dadas las circunstancias creo que lo mejor que podría pasar es que hayan sido nuestros hijos, porque como haya sido algún extraño... He encontrado fragmentos de descargas de mi videodiario en el sector cinco. Esto es preocupante, alguien está averiguando toda la información que poseemos sobre Lyoko... Por cierto, siento haber llegado tarde, me entretuve analizando los datos del superordenador que me pasaste.
Miré a mi hermano con la esperanza de ver en él algo que me indicara que también estaba deseando decir que habíamos sido nosotros. Nuestros padres estaban preocupados por nuestra culpa. Habíamos metido a toda la humanidad en el mayor lío en el que nunca había estado y teníamos que enfrentarlos nosotros solos... ¿Enserio yo era la única a la que le parecía que esto nos venía grande?
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Pasando el testigo
Fiksi PenggemarLos guerreros Lyoko han crecido, han hecho sus vidas y ahora son sus hijos los que se enfrentan a XANA. Todo comienza cuando uno de ellos se salta la prohibición de acercarse a la fábrica abandonada y descubre el superordenador desencadenando una hi...