3. El primer ataque (Mindi)

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No sabía muy bien en que estaba pensando cuando decidí ir a Lyoko en ayuda de John. Siempre le había admirado y desde que éramos pequeños, lo consideraba una especia de héroe, era tan bueno y amable con todo el mundo... incluso con las personas que le caía mal como sabía que era el caso de mi hermano, de Ashia o incluso de su propio hermano en algunas ocasiones.

Por eso, al verlo en peligro no pude evitar ofrecerme voluntaria para ayudarle y obligar a mi hermano mayor a virtualizarme en Lyoko. Nunca me había considerado una persona miedica pero debía admitir que el estar dentro del transportador me resultaba algo agobiante.

Cuando llegué a Lyoko escuché la voz preocupada de mi hermano y no tardé en responder ya que sabía que si no lo hacía se empezaría a desesperar. Me indicó la dirección en la que John se encontraba y comencé a correr hacia allí tan rápido como me era posible. Iba más deprisa de lo que nunca había ido pero aun así el camino hasta dar con John se me hizo eterno.

Por fin, después de un par de minutos corriendo conseguí verle a lo lejos y no tardé en llegar junto a él. Había estado tan preocupada por él que al verlo corriendo y vivo no pude evitar que mis ojos se humedecieran al borde de las lágrimas de la alegría. Él me sonrió para tranquilizarme y lo consiguió.

-Escucha, no podemos correr eternamente – me dijo con un tono de voz amable - ¿Sabes si puedes defenderte de algún modo?

Esta pregunta me hizo sentir una estúpida. No, no tenía ni idea, tendría que haber intentado averiguarlo mientras corría hacia aquí, pero había estado tan preocupada que ni se me había pasado por la cabeza. Sentí que las lágrimas volvían a mis ojos aunque no llegaron a desbordarse. Había entrado con decisión al escáner, pero ahora aquello me superaba, sentía que la ansiedad se apoderaba de mí aunque el tener a mi lado a John me tranquilizaba un poco, estaba segura de que él siempre me protegería.

-Escuchad, chicos – la voz de mi hermano retumbó por todas partes – hay una torre un poco más adelante. Pone que está activada, no sé qué quiere decir exactamente pero probad a entrar, con un poco de suerte las avispas se quedarán fuera.

En ese momento un láser de las avispas me dio de lleno en la espalda haciéndome caer. Quemaba, dolía de verdad.

-¡Mindi!

John paró al momento de correr y se acercó con rapidez hacia mí, me ayudó a levantarme y después continuemos corriendo con las avispas pisándonos los talones.

Al fin la torre apareció ante nuestra vista, pero era diferente a las que había visto mientras corría hacia allí. Parecía igual que las demás, pero la niebla que la rodeaba no era blanca si no de un rojo llamativo.

Conseguimos entrar justo antes de que un láser estuviera a punto de darle a John en la pierna. Esperemos unos segundos, pero aquellos asquerosos bichos no entraban. Bred tenía razón, no podían entrar en la torre. Caminé hacia el centro aunque John se quedó quieto mirando la pared que acabábamos de atravesar. Yo tenía curiosidad por ver cómo era la pantalla que John nos había descrito de la torre anterior.

Cuando llegué al centro de la plataforma una extraña fuerza mi impulsó con delicadeza hacia arriba y yo me dejé arrastrar. Un par de segundos después aterricé sobre una segunda plataforma, y allí estaba, la pantalla de la cual nos había hablado John.

Puse mi mano sobre ella y en la pantalla apareció un nombre: "Jeremie" ¿Jeremie? Esa era el nombre de mi padre. En la pantalla apareció el signo de exclamación rodeado por un círculo en rojo. Seguidamente apareció el nombre de Aelita, el nombre de mi madre, aquello no podía ser casualidad, este mundo definitivamente conocía a nuestros padres. Volvió a aparecer el signo de exclamación y seguidamente apareció mi nombre. Entonces sobre él se puso una v rodeada por un círculo en verde. Tras esto otra palabra sustituyó mi nombre: "CODE:"

Pasando el testigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora