-Mindi – grité mientras mi hermana se alejaba.
Suspiré y miré a John con algo de enfado por haberlo dicho así delante de mi hermana. Podría haber tenido un poco más de tacto. Estaba seguro de que todos (incluido John) sabíamos lo que Mindi sentía por él pero aún así había sido cruel. Respiré hondo e intenté calmarme. No, él no tenía la culpa, solo había sido sincero con todos nosotros. Tal vez Mindi no tenía que haberse ilusionado tanto.
-Debería subir a hablar con ella – comentó John en voz baja.
No estaba muy seguro de cómo deberíamos de haber actuado, pero de lo que sí estaba seguro era de que Mindi a la última persona que querría ver en ese momento era a John. Además estaba muy dolida, puede que le dijera cosas que no sentía realmente.
-No – contesté – ya voy yo.
¿En qué momento se me había ocurrido proponer ese estúpido juego? Bueno, la verdad es que no había ido mal. Me alegraba de que nos conociéramos un poco mejor todos. Me sentía un poco más unido a ellos después de habernos sincerado algún que otro secreto.
Cuando subí las escaleras vi que la puerta de su habitación estaba cerrada aunque hubiéramos acordado que dormiríamos en la habitación de nuestros padres. Toqué despacio a la puerta.
-¿Mindi?
-Déjame – se escuchó la voz apagada de mi hermana tras la puerta
-Voy a entrar – le avisé.
Cuando abrí la puerta la vi llorando sentada en su cama mientras leía un libro morado que identifiqué rápidamente como su diario. Se secó las lágrimas de sus mejillas con la manga de su chaqueta y arrancó la página que estaba leyendo.
-¿Qué quieres? – preguntó entre sollozos.
-Ver cómo estabas – esperé a que contestara pero no hubo respuesta – No puedes enfadarte para siempre.
-No estoy enfadada, nadie tiene derecho a enfadarse con otra persona solo porque no le correspondan. Solo estoy desilusionada. ¿Cómo he podido ser tan tonta?
-Se llama amor – contesté sonriendo mientras me sentaba a su lado – No has sido tonta, solo estabas un poco atolondrada.
-¿Tú que sabes? – preguntó mientras desviaba la mirada hacia el suelo.
-¿Recuerdas a Karla? – esperé a que asintiera – Estaba muy enamorado de ella y ella parece ser que solo quería que la ayudara a pasar los exámenes de física y matemáticas. Se acabaron los exámenes y se acabó nuestra relación. Ella me utilizó, yo no me enteré y tú no hacías más que avisarme.
-Es que era muy obvio – me dijo soltando una risa entre tanto sollozo.
-Y sin embargo yo no lo vi. El amor es así. Cuando quieres a alguien, no ves más allá de lo que quieres ver sobre esa persona. No has sido una tonta y estoy seguro de que la intención de John no era hacerte daño. Simplemente no sabría cómo ser sincero contigo.
Vi como Mindi asintió con la cabeza un poco más tranquila. Recordé que había dejado a los demás en el salón y que probablemente John también necesitaría apoyo en ese momento, así que acaricié la cabeza de mi hermanita y le di un abrazo.
-Deberías ir a la habitación de nuestros padres si es ahí donde vamos a instalarnos en los próximos días. Voy a bajar para ayudar a recoger a los demás, ahora volveré.
Mindi asintió. Todavía tenía los ojos rojos, pero al menos ya no lloraba. Cuando llegué abajo me encontré a Ashia y Kevin tratando de consolar también a John.
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Pasando el testigo
FanfictionLos guerreros Lyoko han crecido, han hecho sus vidas y ahora son sus hijos los que se enfrentan a XANA. Todo comienza cuando uno de ellos se salta la prohibición de acercarse a la fábrica abandonada y descubre el superordenador desencadenando una hi...