LIE TO ME ☆ JIKOOK

CAPÍTULO 15 - 윤기

Los sonidos de arcadas en la parte trasera de la habitación hicieron que Hoseok abriera los ojos sin calma alguna y corriera a comprobar el estado de su amigo justo después de ver cómo su lado de la cama estaba vacío.

Llegó a la puerta y encontró al rubio abrazado al váter tratando de sacar toda la mierda que había engullido la noche anterior.

- Y esto pasa por no hacerme caso y cenar antes. - Dijo el mayor negando con la cabeza y echando el pelo de Jimin hacia atrás.

- No me jodas Hobs. - Reprochó su amigo cuando hubo dejado de toser.

- Es broma, al menos no tienes saliva de Seonghwa incluida. - Sonrió aunque el otro joven no pudiese verlo

Jimin se giró en shock para exigir explicaciones a aquel comentario mientras lucía confuso.

- Qué has dicho.

El pelirrojo fue a contestarle, pero tuvo que agarrar la frente del menor cuando el alcohol luchó por salir de su estómago de nuevo.

Tras cinco minutos de lucha dolorosa para el resacoso, este se sentó dando la espalda al váter y mirando a su amigo en busca de todas las respuestas que su confusa mente era incapaz de darle.

- ¿Sabes que? Mejor bajo a hacerte una infusión y la subo para que tu estómago se calme y se limpie un poco amigo. Estas hecho una puta mierda. - Jimin asintió sabiendo que tenía toda la razón y trató de levantarse para mojarse un poco la cara con agua. - Métete a la ducha y hablamos después ¿si?

El rubio asintió y metió la cara debajo del grifo para espabilarse un poco mientras su amigo abandonaba el baño.

Hoseok se puso las zapatillas de estar en casa de Jimin y salió de la habitación jugando con su camisa de pijama, hecha un desastre.

Para su sorpresa la puerta de al lado, la cual hasta el momento nunca había visto abrirse, dio paso a una cabellera rubia como la de su amigo.

Hoseok se quedó unos segundos estático y demasiado sorprendido por aquello. Sabía que Jimin tenía un hermano y suponía que era él, pero nunca había alcanzado a verle o había intercambiado palabra alguna con él. A decir verdad, parecía un fantasma, porque ni ruido hacía. Probablemente Hoseok pasaba más rato en la planta principal que aquel chico.

El pelirrojo quedó sin respiración por unos instantes cuando el cuerpo hubo abandonado el otro cuarto por completo. Estatura bajita, pelo revuelto y desaliñado que se abría en cortina sobre su frente y piel delicada y muy clarita que brillaba reflejando la luz natural de las escaleras.

El hermano de Jimin se encontraba en quién sabe dónde escuchando música a través de sus cascos, y pensando en los retoques de sus últimas canciones. No escuchaba nada, pero aquellos pies estáticos en la puerta de su hermano hicieron que levantase la mirada del móvil.

Un chico pelirrojo y alto yacía allí con pijama puesto y el maquillaje de la noche anterior haciendo que sus labios tuviesen aún un ligero color melocotón.

Ambos se quedaron unos segundos sin decir nada, tan solo demasiado afectados por un mísero humano al que no habían visto en sus vidas.

Yoongi bajó la mirada después de darse cuenta del calor de sus mejillas, fue a decir algo pero su excesiva timidez y fobia social hacían que una actividad trivial como aquella le fuese demasiado difícil. 

El chico se veía increíble aun con pijama, su hermano tenía suerte de haber dormido con un dios como aquel, pensó el más bajito.

- Ehhh... Encantado. - Hoseok tomó la iniciativa como era natural en él, aunque aquella vez hubiese tardado mucho más de lo que solía hacerlo. - Soy Jung Hoseok.