Capítulo 41.

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Narra Liam:

¿Qué cojones está pasando aquí? ¿Por qué no está todo de una puta vez en paz? ¿Estará bien? ¿Tendrá frió? ¿Por qué se fue sin decir nada? ¿Qué sintió al verme junto a Sophia?, o mejor dicho, ¿qué siente ahora? Tantas preguntas y ninguna respuesta. 

Habíamos quedado en que Harry iría por un lado y yo por otro. No conseguiríamos mucho si ibamos los dos a buscarla por los mismos sitios. Algo me hacia sentir que no estaba todo bien. Estando ya un poco alejado de la casa aún se escuchaba la música a todo volumen. Pobres vecinos. Tendrán que aguantar el jaleo que hay dentro de esas cuatros paredes por una noche.

Mi móvil empezó a vibrar en el bolsillo de atrás de mis vaqueros. Contesté sin mirar quien era el sujeto que llamaba.

- ¿Si?

- Soy yo, Liam - contestó Harry.

- ¿Sabes algo ya? - pregunte esta vez esperanzado de alguna respuesta positiva a mis preguntas.

- Solo se que en casa definitivamente no está. Carmen me acaba de mandar un mensaje y dice que allí no se encuentra.

Vale. Un sitio menos entre los miles que hay aun en los que puede estar. 

Después de unos minutos en silencio a través de la linea, volví hablar.

- Le encontraremos. Tranquilo. 

- No puede estar muy lejos - suspiro Harry - te dejo, voy a seguir, en cuanto sepas algo nuevo ya sabes.

- Lo mismo digo - y se finalizó la llamada.

Solo se me ocurría una manera para que mi búsqueda tuviera mas posibilidades de éxito. Intentar pensar como ella. ¿Donde podría ir en esta situación?

Narra _____:

- Por fav...or dejadme - decía entre sollozos silenciosos con la voz entrecortada.

- Tú lo has querido así - gruñó el chico con la voz más grave - mmm que vistas más deliciosas.

Puto asqueroso de mierda. Me daba asco cada palabra que salia de sus labios. Él en si daba asco. El otro chico parecía un poco más retraído en cuanto a todo esto. 

- Chica tienes una buena follada eh - dijo con risa arrogante. Tu tienes una buena patada en los huevos. Me mordí la lengua para no decirlo. Sabia que seria peor.

Había momentos en los que intentaba reunir todo el coraje que podía, pero lo veía por otro lado inútil. No pasa nadie por donde estábamos. Todos los chicos seguro estarían aun en la fiesta y no se iban a acordar de mi. Solo era cuestión de suerte salir ilesa de esta. Esperaba que por una vez en la vida, solo una vez, la suerte estuviera de mi parte.

Vi como se acercaba otra vez a mi, intenté retroceder un poco pero detrás de mi se encontraba de nuevo el otro chico, el retraído.

- Quiero que te quede claro que no te vas a salir con la tuya. - dijo el gilipollas con un susurro en mi oído.

- No me toques - contesté volviendo la cara.

- ¿Qué no? - soltó una carcajada - ya lo estoy haciendo - y al decir eso, cogió el bajo de mi vestido y empezó a subirlo.

Era ahora o nunca. Con todas mis fuerzas intente dar en el blanco con mi rodilla. Lo logré pero no fue tan fuerte como yo esperaba.

- Serás hija de puta - dijo mientras me agarraba aun con más fuerza del pelo y se quejaba del dolor en su entrepierna.

- Ahhhhh - grité como pude cuando de un momento a otro noté como chocaba con el frió asfalto y sentía una punzada en el estomago.

- Esto por ser una zorra - y repitió el mismo movimiento dándome una patada otra vez en el mismo lugar. Maldito bastardo.

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⏰ Última actualización: Mar 15, 2015 ⏰

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