Capitulo 4.

982 23 3
                                    

Narra ____:

La tarde pasó aburrida como ya me veía venir. Iba a llamar a Erik, mi amigo que me encontré hoy cuando salí a pasear para ver si quería salir a tomar algo o a dar una vuelta, pero pensé que estaría ocupado ya que me contó que se acaba de mudar con toda su familia otra vez a España, y estará ahora en plena mudanza. Más tarde, a las 7 p.m. más o menos, me llamó Andrea contándome todo lo que pasó en su cita con David. Ellos eran compañeros de clase y se conocieron porque se sentaban juntos y a Andrea le empezó a molar David, y aun que ella no me hacia caso, se veía a kilómetros que estaba súper pillado por ella, y la verdad se veía muy buen chico para mi amiga. Me contó que fue un día perfecto que estuvieron conociéndose más etc y que no paso nada más pero que quedarían más días. Estaba muy contenta por ella, ya que hace medio año o así corto con Hugo, era su amor, y sufrió mucho. Pende que ya era hora de que fuese feliz, y pues si lo es al lado de David, que mejor.

Llegó la noche, y con ella mis padres que llegaban de trabajar y mi hermano que venia de casa de su amigo. Como sabía que mis padres llegaban tarde del trabajo y seguro estaban muy cansados, les preparé la cena, ya que una de mis cualidades era que sabia cocinar y era algo que me encantaba.

Ya cuando estábamos todos en la mesa para cenar, tuve la duda de si decirle lo de la llamada. Sabía que si lo decía me iba a caer una bronca y grande, pero si era algo importante, será mejor decirlo, ¿no?

- Papá, mamá, hoy cuando estabais en la empresa, me quedé casi todo el día en casa, y en un momento escuché el sonido de una llamada de teléfono y era tu móvil mamá, y para saber si era algo importante o no, lo cogí.

- Ah vale hija, sin problemas, ¿quien era? - me contestó mientras se sacaba un poco de ensalada en su plato.

- Pues la verdad es que ni sé, era una mujer con el acento extraño, me parece que no era española. - dije con sinceridad.

Mi madre cuando le dije esto casi se atraganta con la comida, mi padre y mi hermano la ayudaron dándole golpecitos en la espalda, y poco a poco se recuperó de ese ataque de tos que le entró.

- ¿Y....qué te dijo? Por favor ____, dime todo lo que te dijo. - me suplicó.

No entendía para nada esta reacción de mi madre.

- Nada, no le dio tiempo a decirme nada. Me colgó. Me dijo "¿Eres Lorena?" y le dije que no, que era su hija ____, que si quería podía decirme el mensaje que tenía para ti y te lo diría, pero se puso nerviosa, dijo mi nombre en un susurro y me colgó, no me dijo nada más. ¿Por qué?

- No...por nada....tranquila, no es nada - dijo ella haciendose un poco la tonta.

- Mira, llevo un tiempo que no he dicho nada - espete en ese momento - pero me estoy cansando de tantos secretitos entre vosotros. Siempre llama quien sea y tu mamá sales llorando. Estoy ya cansada de todo -todo eso lo dije más que alterada. De verdad. Ya me llegué a cansar de tal modo que las palabras me salían sola.

- Tranquilizate cariño - dijo ahora mi padre que no había hablado aun - no pasa nada, solo son problemas de trabajo.

- Papá, a mi no me pidas que me tranquilice. No me tomes por tonta. Sé que pasa algo más, y necesito explicaciones, tengo 18 años y pienso que soy bastante mayorcita para saber que esta sucediendo. O me lo decis vosotros o busco mis medios.

- Está bien ____ - dijo ahora mi madre desganada y con voz de cansancio - mañana a primera hora de la mañana tendremos una conversación muy importante si es lo que quieres. - dijo mirandome fijamente y mirando a mi padre - Ni tu padre ni yo iremos a la empresa. Tienes razón, eres ya mayor como para saber lo que pasa, pero por favor, vamos a tener la cena en paz.

En todo este tiempo que pasamos discutiendo mi hermano miraba y estaba atento a la conversación, pero no hablaba ni opinaba, y la verdad se lo agradecía. Estaba un poco alterada y fastidiada por todo.

La cena transcurrió más tranquila, pero yo no dejaba de pensar en la conversación de mañana. ¿Qué cosa tan importante sería para que ni mis padres fueran a trabajar solo por eso? Pero bueno, prefería saber ya todo lo que pasaba. No era una niña para que me dijesen que esto son cosas de mayores y que ya cuando fuera más mayor lo entendería. Estaba a un año de entrar en la universidad, creo que tan pequeña no soy.

Cuando terminé de cenar, recogí todos los platos y los puse a fregar ya que me tocaba a mi hoy. Después de eso, me despedí de mis padres y de mi hermano, aun que no había hecho casi nada en todo el día, estaba cansada y mañana me esperaba un gran día que podía ser bueno o ser uno de mis peores.

De un sueño a una realidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora