Capitulo 24.

528 29 7
                                    

Narra Harry:

Toda esta situación me estaba poniendo de los nervios. Ningún doctor salia del quirófano a decirnos como iba toda la operación de Liam y ninguno salia de la habitación de ____ y ya llevaban más de un cuarto de hora o por lo menos a mi los minutos se me estaban haciendo eternos. Mas y mas minutos pasaban y no obteníamos ninguna respuesta. NADA. Esto me estaba matando.

De un momento a otro vimos que de donde habían llevado a ____ salían varias enfermeras con un carro que parecía ser una especie de nevera, iban corriendo hacia la sala de quirófano.

Rápido todos miramos hacia aquella puerta de la que justo después de salir esas enfermeras salio el doctor que desde el principio llevaba todo este caso.

- ¿Como está? - dije levantándome para hablar con él.

- Tranquilo, ahora mismo está inconsciente, pero es normal. Era demasiada sangre, pero con el gotero que le han puesto poco a poco irá despertando.

Al momento se levantó Niall y caminó hacía donde nosotros estábamos.

- Doctor, ¿y ahora que pasará?

- Las enfermeras han llevado ya por ahora la sangre necesaria, en cuanto se termine la operación y la transfusión se supone que debería ir reaccionando. Poco antes de empezar la operación hemos hecho unas pruebas mas eficaces y al final no tiene un traumatismo craneoencefálico y no se le ha notado síntomas de que pueda quedar algún tiempo en coma. Al final tampoco y por milagro tiene nada roto, solo contracturas que en poco más de una semana se iran. Lo más grave eran las heridas y la sangre que ha perdido. Todo se verá mientras transcurra el tiempo.

- ¿Podremos entrar a verla a ella? - dije algo más tranquilo.

- El horario de visitas ha terminado, pero bueno, haré una excepción hoy por que todo esto ha sido muy rápido. Podréis entrar de dos en dos como máximo. Liam tendrá a partir de mañana el horario de visitas, después por la noche solo una persona se podrá quedar con cada uno.

- Está bien doctor, muchas gracias por todo lo que está haciendo. - dije mientras más lágrimas se formaban en mis ojos, nunca imaginé que fuese a pasar algo así.

- Es mi trabajo, no tiene que agradecer nada, ya veréis como los dos se recuperaran rápido. Con permiso.

Y en ese momento avanzó por otro de los enormes pasillos que aquí había.

- ¿Quien va a entrar primero? - dije mirando a los chicos y a las chicas.

- Creo que deberías ser tu uno de los que entrasen primero. - contesto Louis.

- Si, pienso igual ¿cariño entras conmigo ahora? - dije acercándome hacia donde ella estaba sentada.

- Prefiero entrar ahora después con alguna de las chicas, creo que si reacciona debe tener tiempo a solas contigo. - dijo de lo más compresible y serena.

- Está bien - dije dándole un beso en la frente y después caminando hacia la habitación donde se encontraba ella.

Al entrar, no pensé que todo esto de sacar sangre para donar fuese tan complicado. Parecía como si ella también hubiese sufrido el accidente. Se encontraba tumbada con el camisón tradicional del hospital, un gotero en su brazo izquierdo y al lado de ella el aparato de pulsaciones con un constante “pi pi pi pi". Parecía que todo estaba normal.

Me acerqué hacia donde estaba un pequeño sofá a uno de los lados de su cama y lo acerqué hacia donde estaba ella, me senté y agarré su mano, la cual no tenia nada inyectado.

- No sé si me escucharás, sé que solo estás inconsciente, pero bueno...me ha dicho el médico que pronto irás reaccionando, que ha sido mucha sangre, pero que el gotero te irá recuperando. Estando en una camilla de hospital se te vé tan frágil, pero se que eres muy fuerte - dije mientras apretaba el agarre con su mano - o mejor dicho, el amor tuyo es demasiado fuerte. Te tengo que agradecer por salvar a mi mejor amigo, te tienes que sentir tan orgullosa de tí misma, lo que hiciste tiene un gran mérito. Aún me acuerdo de aquel día cuando mamá me hablo por primera vez de tí, Gemma lo sabía, pero ellas no sabían como podía reaccionar al saberlo y me enteré más tarde. Desde aquel día me prometí a mi mismo y a ellas que haría todo lo posible por ayudar a buscarte, y ahora que te encuentro apenas hace unos días, tenemos que estar de hospitales...es todo tan surrealista. - dije mientras se me aguaban los ojos y me acercaba mas a su camilla apoyando mi cabeza en ella. - te quiero hermanita - dije haciendo aun más fuerte de lo que el agarre con su mano era y sollozando, se había convertido en parte de mi vida, una parte que no dejaría escapar nunca más.

De un sueño a una realidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora