Still loving you [Thomas Raggi]

IV

Llevábamos horas allí. El alcohol comenzaba a tomar control sobre mi.

Me acerqué a Damiano que estaba hablando con una chica.

–Amore.– me agarré a él.

–Dame un segundo.– dijo mirando a la chica.– ¿Qué mierdas haces?

–¿Ya no quieres follar conmigo?– le dediqué una mirada traviesa.

–Agnès estás borracha. No voy a hacer nada contigo en este estado.– Se soltó de mi agarre y me cogió del brazo.– Vamos a buscar a tu hermana y nos vamos.

–No quiero irme.– Le hice un puchero.– Thomas. Llévame con Thomas.

Fortaleció su agarre y tiró de mi. Nos acercamos donde el baterista y el guitarrista estaban.

–¿Habéis visto a Victoria?– les preguntó Damiano.– Mirad como va.– me señaló.

–Que estoy bien.

–Me la llevo yo.– se ofreció Thomas.– Si encontráis a Vic decidla que está conmigo.

–Que no me voy a ir.– Me crucé de brazos.– No quiero irme.

–No nos montes el numerito, por favor.– Rogó el cantante.

–Yo me encargo.– Habló Thomas.

Los otros dos miembros del grupo asintieron y se fueron.

–Estás muy guapo.– Me acerqué a él.

–Vámonos Agnès.– Se alejó un poco.– Dame la mano.

–No me voy a ir Thomas. Quiero seguir bebiendo.

Me agarró fuerte de los dos brazos y me empujó por toda la casa hasta que salimos a la calle.

–Que no quiero.

–Vale ya Agnès.– Gritó.

–¿Te has enfadado?– Pregunté triste.

No contestó. Volvió a tirar de mi y anduvimos por la calle.

–¿Dónde vamos?

–A mi casa.– respondió seco.

–¿Y tus padres?– volví a preguntar.

–No están.

–Entonces... ¿podremos follar tranquilos?

No respondió. Llegamos a un edificio bastante alto. Buscó las llaves en su bolsillo del pantalón y abrió la puerta del portal.

–No has respondido a mi pregunta.– Dije entrando.

–Agnès por dios. Estás muy borracha, no pongas las cosas más difíciles.– Me volvió a coger de los brazos y me guió hasta el ascensor. Pulsó el botón y las puertas se abrieron inmediatamente.

Subimos dos plantas y las puertas se abrieron. Salimos y caminamos por un largo pasillo. Abrió la puerta de la casa y entramos.

–Voy a darte una ducha.– Dijo mientras se quitaba la chaqueta y la dejaba en el sofá.

–¿Te ducharás conmigo?

–No.

Me condujo hasta el baño. Me quitó las botas, seguido de los pantalones y del top.

Me quedé en ropa interior. Iba a quitarme el sujetador pero me frenó.

–No te lo quites.– dijo cerrando la puerta del baño.– Te ducharé con la ropa interior y luego te dejó un tanga que tiene aquí tu hermana.

–No me voy a poner un tanga de mi hermana.– Dije cruzándome de brazos.

–Está nuevo.

Me ayudó a meterme en la ducha. Me senté y encendió el agua.

–Está muy fría.– me quejé.

Él siguió echandome agua.

No le puse fácil aquello. Después de unos largos 20 minutos salí del baño.

Me dejó el tanga y una camiseta suya para dormir.

Me llevó hasta su habitación y me acostó.

–Descansa.– Caminó hasta la puerta.

–Espera.– se detuvo.– Duerme conmigo.– hice un puchero.– Por favor.

Asintió y volvió hacia mi. Se quitó los pantalones y la camiseta y se puso otra que tenía por allí.

–Hazme hueco.– dijo sentándose en la cama.

Me moví un poco y se tumbó.

–Buenas noches.– Apagó la luz.

–¿No follamos?– Pregunté mientras lo abracé por la cintura.

–Agnès.

–Buenas noches.– dije molesta.

(...)

Desperté por culpa de unos rayos de sol dándome directamente en los ojos.

Me giré un poco y vi a Thomas durmiendo a mi lado. Recuerdo la primera vez que durmimos juntos. Fue en la antigua casa, en un cumpleaños de Vic.

Me levanté de la cama y un fuerte dolor de cabeza me invadió.

–No debí haber bebido tanto.– Salí de la habitación caminando despacio y fui a la cocina. Abrí la nevera y cogí una botella de agua.

Volví a la habitación.

–¿Ya estás despierta?– preguntó el rubio dándose media vuelta.

–Me duele la cabeza.– me acerqué a la cama y me tumbé.– Perdón por lo de anoche. No lo recuerdo bien pero seguro que la lié un poco.

Soltó una suave risa.– Solo un poco.

Cortito porque estoy cansada. Me esta gustando mucho como está quedando, espero que a vosotrxs también <3