Still loving you [Thomas Raggi]

VI

En el ensayo no paré de mirarlo. Sus movimientos, como mordía su labio interior cuando tenía un solo, como se echaba el pelo atrás cuando terminaba la canción.

Desvié mi mirada hacia el cantante quién me miraba con una sonrisa.

Ignoré su reacción y continúe mirando al guitarrista.

–¿Un descasito?– pidió Vic. –Me apetece un piti.

Ethan, Thomas y mi hermana salieron, dejándome sola de nuevo con el cantante.

–¿Me vas a decir que no lo estabas mirando?– preguntó cruzándose de brazos. –No me puedes engañar muñeca.

–Antes no sé por qué razón me imaginé besándole.– confesé.

–¿Es la primera vez que te enamoras?– preguntó sentándose a mi lado.

–¿Qué? Por dios, no me puedo enamorar tan rápido.

–No puedes. Pero te mola.– Me dió un codazo. –Va, venga.

Reí. –Me mola.– admití.– Pero él me ve de otra forma. –Lo miré.

–Quizá no te vea así.

–¿Tú sabes algo que debería saber?

Se levantó. –No. Pero yo no me haria cargo de alguien muy borracho durante una noche.

–Nos conocemos desde hace años, lo hizo por cortesía tal vez.

Se encogió de brazos y se fue.

Esto me estaba jodiendo de más. A mi no me molaban los tíos. Yo solo los usaba para follar. Lo hacía desde los 14 y nunca me ha gustado nadie. Ni si quiera sabía que se sentía cuando te pillas de alguien.

Salí de la sala a tomar aire.

Estaban sentados en el sofá fumando y riendo.

–¿Está noche se sale?– preguntó Ethan.

–La duda ofende. –Habló Damiano.

–Tengo que llamar a nuestro padre. –Habló mi hermana. –No sé si estará la noche fuera.

–Si vuelve dile que os quedáis a dormir en mi casa. –Habló Thomas.

(...)

–Vic. –Llamé a la puerta de su cuarto.

–Pasa.

Abrí la puerta y entré.

–¿Qué quieres?

Me senté en la cama. –¿Qué sientes cuando te gusta alguien?

Me miró perpleja. –¿Por qué lo preguntas?

–Responde.

Se sentó a mi lado.– ¿Damiano?

Negué. –Thomas.

Se sorprendió, se levantó de la cama y empezó a dar saltos. –¡Te has pillado!

Reí por no llorar.

Se calmó un poco y volvió a sentarse. –¿Qué es lo que sientes cuando estas con él?– preguntó llevando un mechón de mi pelo detrás de mi oreja.

–Me siento, no sé, como protegida. Como si a su lado no fuese a pasar nada malo. Nunca había tenido esta sensación con nadie.

–Siempre decías que no te enamorarías.

–Otra, ¡qué no estoy enamorada!– me llevé las manos a la cabeza. –Pero no quiero, no quiero, no quiero. –Negué.

Mi hermana me abrazó. –Tienes que dejar que tu corazón se exprese Agnès. Thomas es muy bueno, ya lo sabes.– Besó mi frente. –Pero...

–¿Pero qué?

–Él ahora mismo no lo está pasando muy bien, y tú eres propensa a ilusionar a la gente.

La miré. –Gracias Vic, gracias.

–Quiero decir. Nunca te has sentido así, y estás confundida. Thomas no está en su mejor momento.

–¿Quieres decir que no haga nada?

Asintió.

Me levanté enfadada y me fui dando un portazo. No podía ser. La primera vez que sentía algo por un chico no podía hacer nada.

No iba a romperle el corazón, joder, es mi amigo.

Caminé rápido hasta mi cuarto y me tiré en la cama. No permitiría que nadie me dijese lo que tenía que hacer.

(...)

Caminábamos los cinco por las calles de aquella ciudad, en busca de un local en el que poder tomar algo de alcohol.

–¿Qué tal en el nuevo instituto?– preguntó Ethan acercándose a mi.

–Está lleno de pijos. Pero me gusta.

–Conoció a Luca.– Thomas se hizo hueco entre nosotros.

La mueca de Ethan me hizo gracia.

–¿Qué pasa?– Reí.

–Espera a que la conozcas más. –Damiano se unió a la conversación.

No me dió tiempo responder cuando unas fans se acercaron a ellos. Me alejé un poco para no molestar.

Thomas me hizo un gesto para que me acercase.

–È la tua ragazza? (¿es tu novia?)– preguntó una de las chicas mirando a Damiano.

–È di Thomas. (Es la de Thomas).– respondió el vocalista apuntando a Thomas.

–Non sono la ragazza di nessuno, (no soy la novia de ninguno)– hablé –sono la sorella di Victoria. (Soy la hermana de Victoria.)

¿Por qué mierdas Damiano dijo que era novia de Thomas?

Las chicas se hicieron fotos con ellos y seguimos buscando un sitio donde beber.

–Aquí está bien, ¿no?

Asentimos y entramos al local. Había un grupo tocando Jazz en directo, era un género que me gustaba mucho.

–Unos chupitos y un yo nunca– La pregunta de Damiano sonó más a afirmación.

Nos sentamos en una mesa circular esperando a que Ethan y Damiano llegasen con los chupitos.

–¿Cuándo llegará papá?– Pregunté.

–Mañana temprano.

Asentí y llegaron con la bebida.

Chan chan xdxd.