CAPÍTULO 20

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Naruto no podía dormir todavía. Su cuerpo no estaba lo suficientemente cansado a pesar de la actividad física que había conseguido. Echó un vistazo a la caja de preservativos medio vacía. Había seguido usándolos a pesar de que se había arrancado uno de ellos y, a pesar del hecho, de que ya le había asegurado que no tenía nada de qué preocuparse.

   A él le hubiera gustado mucho más al natural para conseguir una sensación más intensa en su cuerpo. Pero no sé me ocurrió en el momento decirle que no podía embarazarla. Tal vez mañana por la noche. Sabía que tenía que haber una noche siguiente. Estaba muy lejos de terminar con ella. El Dr. Orochimaru se había equivocado cuando pensó que tener sexo con ella lo convertiría de nuevo en su antiguo ser. No lo había hecho. Sí, sus problemas de erección se habían ido, pero ahora tenía un problema completamente diferente en sus manos: se estaba volviendo adicto a ella.

   Mientras miraba el cuerpo dormido de Hinata, sintió la necesidad de capturar la imagen ante él. Su cabello oscuro se desplegaba sobre la almohada, su palma estaba hacia arriba, la vena palpitante en su muñeca, sus senos asentados en su pecho, elevándose con cada aliento que tomaba.

   Sacó su cuaderno de bocetos de su escritorio y comenzó a dibujarla.

   Naruto amaba dibujar desde que era niño. Había tenido una educación privilegiada en una de las mejores familias de Inglaterra. Sus padres habían sido apasionados por las artes y lo habían alentado, incluso cuando era un niño, a seguir sus pasiones.

  
   Siempre habían pensado que sería un artista cuando creciera, pero por desgracia su padre hizo algunas inversiones imprudentes, y de repente la familia se había quedado sin un centavo. ¿Qué podía hacer un hombre joven con una educación artística, para ganar dinero? Nada. Su única posibilidad era juntar lo que pudiese y embarcarse al Nuevo Mundo. Había informes de que jóvenes emprendedores, podían hacer una fortuna en América, y él no tenía nada que perder.

   Dejar a sus padres atrás fue desgarrador, pero la esperanza de Naruto era volver siendo un hombre rico para hacerse cargo de ellos de la misma forma en que habían cuidado de él cuando era un niño. Nunca pensó que la última vez que fuese a verlos, sería cuando se despidieron de él, al subir a la embarcación.

   Sin poder decir que tenía algún tipo de habilidad, le resultó difícil encontrar un empleo, hasta que la esposa aburrida de un oficial británico, lo contrató como profesor particular para instruir a sus hijos. No era la única cosa que ella esperaba que él hiciera. Cada vez que su marido estaba fuera, se metía en la recámara de Naruto y solicitaba sus servicios sexuales. Como un hombre joven con poca experiencia, apreciaba las instrucciones en el arte carnal que la mujer estaba dispuesta a proporcionarle. Era un estudiante sobresaliente.

   Con un apetito sexual muy saludable, no parecía haber nada malo en lo que estaba haciendo. De alguna forma se corrió la voz entre las esposas aburridas de la zona, y las ofertas de empleo comenzaron a inundarlo, de repente todo el mundo quería a sus hijos instruidos en las artes; y sus necesidades sexuales se requerían por la noche.

   Él no había tenido ningún reparo en ello, y finalmente había tenido opciones. Hasta que un día, quedó una sola opción en su vida, sólo una decisión más que tomar. Su nombre era Naori… El día en que se dio cuenta que estaba enamorado de ella, llegó la lluvia y finalmente se enfrió el aire húmedo. Naruto abrió la puerta del establo, para cubrirse a sí mismo y a su caballo de la lluvia. Se sacudió el agua del pelo, mientras permitía que sus ojos se acostumbraran a la penumbra en el granero. Un gemido débil le hizo dar vuelta. Allí, acurrucada en la esquina, estaba Naori, la bella hija de diecisiete años de su último empleador.

   —Naori. ¿Qué estás haciendo aquí, en este clima?

    Soltó las riendas del caballo y se dirigió a ella. Cuando ella lo miró, se dio cuenta de que estaba llorando. Instintivamente, se arrodilló y la acercó hacia sus brazos.

Mi Amada Mortal (Vampiros De Scanguard's # 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora