CAPÍTULO 6

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                   *Hinata*
Hinata se volvió y lo miró. Ella sabía que todavía estaba lloviendo afuera, y la idea de ropa seca y que alguien la llevase a casa era tentador, sobre todo porque no estaba muy segura si podría encontrar el camino de regreso al departamento. Además, el matón podría estar en algún lugar ahí afuera, al acecho y entonces no estaría mejor que antes.
Ahora él la miraba con sus ojos de cachorro, parecía cálido y amable. No se veía así minutos antes. Se sentía como si hubiera sido su presa. Se veía como un cazador. Sus besos habían sido experimentados, hambrientos, calientes y por desgracia, exactamente como a ella le gustaban, por lo que no había sido capaz de resistirse y finalmente por eso había respondido a ellos.

Hinata había sentido su cuerpo presionado contra el suyo y sus manos tocándola íntimamente. Él la había estremecido. Supuso que era simplemente un reflejo que su cuerpo había producido, pero en el fondo sabía que ningún reflejo en el mundo podría hacer que se abriera a un hombre que la atacara, a menos que ella lo deseara.

Durante los besos, sintió llamas des fuego extendiéndose a través de ella como si su sangre comenzara a hervir. Nadie nunca la había besado así. Ninguno de los chicos con los que había salido había llegado siquiera cerca de hacer que su cuerpo se derritiera como lo hizo él con su tacto. Pero esto no estaba bien. Acababa de atacarla como una fiera, porque pensaba que era una nudista barata, no había duda en su mente en cuanto a las intenciones de él. Su erección fue una prueba positiva de que si ella no lo hubiese detenido, él la hubiese poseído allí, en la sala de estar. No era su idea se romance, no importaba por cuanto tiempo ella no hubiese tenido sexo.
Hinata miró a la mujer en uniforme de enfermera. ¡ASQUEROSO!  Sus pechos parecían falsos, al igual que casi todo lo demás en ella. Parecía barata, y ella estaba segura de que la mujer no solo era una stripper, sino, probablemente una prostituta. sólo podía imaginarse para qué había contratado una prostituta.
Así que tenía unos amigos locos, que le dieron un regalo de cumpleaños más loco. Por desgracia, había tratado de desenvolver el regalo incorrecto. ¿Podría realmente ser confundida con una stripper tan fácilmente, o él necesitaba gafas? Hinata se miró y en ese momento se dio cuenta de que su blusa blanca estaba completamente empapada haciéndola transparente, y su última adquisición de victoria secret, brilló.
Hinata secretamente maldijo su amor por la ropa interior negra. No es de extrañarse que él hubiese pensado que ella era una stripper. Tal vez todo esto era mucho más inocente de lo que ella inicialmente pensó.

—¿Ropa seca dijistes?—ella finalmente le preguntó.

A pesar del calor en la casa. Sintió frío y sabía que sus pezones estaban incómodamente duros, casi con dolor.

Él asintió y mostró en su boca una suave sonrisa.

—Puedo conseguirte un suéter y algún pantalón deportivo. Puedes secarte en el baño, vuelvo en un momento.

Él parecía casi como un niño ahora. Ella lo siguió con la mirada mientras él caminaba por las escaleras, fuertes piernas que sabían las gradas de dos en dos, su trasero apretado moviéndose dentro de la tela. Todo músculo y nada grasa.
—Soy Sai —, dijo uno de sus amigos, presentándose —lo siento, creo que todo esto fue por mí culpa. Le dije a Naruto que esperara a una stripper. Él es  normalmente un caballero. Por favor, no tomes EH... Lo que sucedió en contra de él.

Era alto y bien parecido, con cara de niño muy blanca y una cabellera negra. Ella detectó un poco de acento al hablar. ¿Tal vez Irlandés?

—Absolutamente—, el siguiente amigo interrumpió. —Soy Sasuke.

Él extendió su mano. Ella dudó, pero no se la negó. No obstante, su apretón de mano era firme.

—Ha estado bajo mucho estrés últimamente. Por favor, perdonalo—, dijo Sasuke.

Mi Amada Mortal (Vampiros De Scanguard's # 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora