Hinata se hundió en la tina con agua tibia y deseó haber comprado baño. Estaba de humor para un largo y caluroso baño y las burbujas habrían sido perfectas. Le dolía el cuerpo de la tensión. Trató de no pensar en el matón que la había agarrado, y trató de concentrarse en su salvador.
No había sido capaz de disfrutar de sus besos ya que, estaba más preocupada en su lucha con él. Demasiado tarde. Ya lo había arruinado. Con su suerte, él encontraría una participante más dispuesta en la stripper, que había sido obviamente, contratada para tal final. Los hombres pueden ser como cerdos.
Si ella no hubiese sido tan mojigata, tal vez él había enviado a sus amigos y a la stripper de viaje... ¡ah!, ¿Qué estaba pensando? Soñadora. ♥ Romántica empedernida. ♥
Hombres magníficos como él, no caían con pequeñas y aburridas auditoras como ella. Y además, estaba demasiado hambrienta de un poco de cariño. Bueno, tal vez mucho. Probablemente no había salido mucho últimamente, bueno tan vez ni siquiera un poco. Dios. ¿A quien quería engañar? No había estado con un hombre hacia más de cuatro años e incluso antes de eso, apenas y había salido.
¿Por qué un hombre como él estaría interesado en ella? Probablemente tenia todo tipo de mujeres desmayándose por él. Tenía el aspecto de un soltero perfecto. Sí, ya se había percatado de que no llevaba anillo de casado. Y era obvio que así era. Viviendo en una vieja casa victoriana en Nob Hill con un chofer privado y limusina, sólo alía a dinero, dinero viejo. Incluso no siendo de San Francisco, ella sabia que Nob Hill era un área muy cara.
Se había dado cuenta de la elegancia de si casa con su rico mobiliario, las pinturas antiguas en las paredes, la cara cristalería en la que había servido el brandy. El cuarto se baño en el que se había cambiado de ropa, había mostrado el mismo estilo elegante. Parecía que había comprado ya sea la casa en excelentes condiciones o restaurado cuidadosamente cada detalle de la época de la misma.
Pero el dinero ni siquiera figuraba en su atracción a él. El hombre expulsaba atractivo sexual de cada poro de su cuerpo. Y a ella le encantaría comerle cada gota. ° ¡Genial! °
Ahora no sería capaz de dormir toda la noche.
Estaría pensando en el príncipe azul. Príncipe azul que la había besado, porque pensaba que ella era una stripper. ¿Se habría atrevido a hacerlo, incluso si hubiera sabido que era una simple auditora?
El trabajo. Se había olvidado por completo de el. Quería mirar los archivos que había enviado a su servidor virtual, sin que Suigetsu se diera cuenta. A regañadientes, Hinata salio de la bañera y se seco. Unas pocas horas de trabajo en la computadora probablemente la cansaría, después de todo para que ella pudiera dormir un poco antes de que regresara a la oficina por la mañana.
Mientras su computadora portátil arrancaba, se asomó al refrigerador. A excepción de las sobras de la cena de anoche, estaba vacío. Metió la caja en el microondas durante un par de minutos.
Hinata se conectó a su servidor virtual y descargó los archivos. Largas filas y columnas de las transacciones, quedaron a su vista. Esto podría tomar un tiempo. Comió de la pasta sobrante, directamente desde el envase.
Tres horas mas tarde, ella estaba molida. Sus ojos le dolían e incluso frotándolo cada dos minutos no los hacia permanecer abiertos por más tiempo. Es hora de acostarse. Pero su merecido descanso no vendría.
Se tiró a la cama.
Se dio la vuelta.
Se acostó de un lado, boca arriba y boca abajo.
No servía de nada, el sueño no estaba destinado a venir. Un sonido la asustó. No podía ver nada en la oscuridad. Pero sentía un gran peso sobre si cuerpo, aprisionándola sobre el colchón. Unas manos la tocaban. Unos labios la besaban. Una lengua caliente le lamió el cuello. No era desagradable, pero era desconocido. Un cuerpo manteniéndola abajo, muslos fuertes encerrándola. Una mano aportándole el pelo del cuello. Una boca besando su cuello. Hasta que de pronto...
¡No!
Dientes afilados como hojas de afeitar. Se aferraron a su cuello y le perforaban la piel. Líquido tibio le corría por el cuello. Pero la sensación no era dolorosa.
¡Era agradable...!
A continuación, un fuerte sonido repentino.
¡Bip! ¡Bip! ¡Bip! ¡Bip! ¡Bip!
La alarma. La despertó bruscamente. Ella se levantó, ya era de día.
Se llevó la mano al cuello, donde ella había sentido la mordida, pero su piel era suave, perfecta como siempre. Ninguna herida. No había sangre. Solo otro mal sueño.
Por lo menos había dormido, aunque no mucho. Probablemente unas tres o cuatro horas en total.
Una mirada al reloj le dijo qué tenía que llegar a la oficina, y pronto. Finalmente había encontrado varias operaciones en los archivos que había revisado toda la noche, que ni tenían sentido. Quería confirmar su hipótesis accediendo a la documentación original en papel. Tenía el presentimiento de que estaba en lo correcto. Después de una ducha apresurada. Hinata se vistió rápidamente y echó un vistazo a la ropa con la que había regresado, la de Naruto. Por lo menos tendría una excusa. Podría llevarle la ropa. Tal vez él la invitaría a entrar. Intentaría ir por la noche después del trabajo, esperando que estuviera en casa. Solo, en su casa.
Un vistazo por la ventana le hizo saber que todavía estaba Lloviznando. Seria mejor llevar un paraguas al trabajo hoy. Mientras buscaba en el armario del pasillo, escuchó unos golpes en la puerta.
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Mi Amada Mortal (Vampiros De Scanguard's # 1)
VampirNaruto Uzamaki un vampiro que en toda su vida inmortal a tenido a cualquier vampira en su cama.. Pero por problemas de virilidad, no se excita y eso lo esta matando de frustración... Hasta que llega ella cambiado su vida por completo... Hinata Hyu...