Cap 8. "Mi vida parece irreal. Una escena mal escrita que debo jugar"

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-Te he seguido por Internet. De acuerdo con el itinerario, ahora estás en Pittsburgh, ¿no es cierto?

Luz miró por la ventana. El tren aminoraba la velocidad y vio el letrero de una estación: Connellsville, Pennsylvania. Estaban lejos de Pittsburgh. Con seguridad el tren se había detenido otra vez mientras dormía.

-Sí, se puede ver el estadio desde aquí -dijo-. ¿Te das cuenta de que son más de las doce de la noche en este lado del país?

-Imposible que estés durmiendo en el tren. ¿No es demasiado ruidoso y pega demasiados saltos?

-En realidad, es un viaje muy agradable, y sí, en efecto, estaba durmiendo-mintió Luz.

-Puedes instalarte allí, Matt –le dijo Boscha a alguien.

-¿Matt? ¿Quién es Matt? -preguntó Luz.

-Es mi ETCE.

-¿ETCE? Suena a enfermad.

-"Especialista en terapia de cuerpo entero". Es la última moda por aquí. Matt va a darme un masaje en la parte baja de la espalda, la parte posterior de los muslos y a hacerme el pedicure.

-Parte baja y muslos. ¿Algo más entre esas dos partes?

-¿Qué?

-¿Estás vestida durante el tratamiento?

-No seas tonta. Tengo puesta una toalla.

-Ah, bien, qué alivio. Oye, ¿para que necesitas que un tipo vaya a tu casa para hacerte eso? Creí que eras miembro de un elegante gimnasio.

-Me dolía mucho la espalda, y las uñas de los pies necesitaban un tratamiento de urgencia. Mañana voy a usar zapatos abiertos de tacón alto.

-Sí, claro. Me imagino que eso debe considerarse una auténtica crisis. ¿Cómo conociste a ese Matt?

-Matt es mi maestro de artes marciales. En su tiempo libre practica ETCE.

Cuando Luz fue a una de sus lecciones de artes marciales en Los Ángeles, se encontró con que la mayoría de los alumnos eran contadores, abogados, actores y chefs que se pavoneaban en ropa deportiva de lycra de diseño exclusivo y se la pasaban golpeando maniquíes de goma con los pies y las manos. Dos o tres alumnos de jardín de infantes medianamente pendencieros habrían bastado para darles una buena paliza a todos ellos.

-Dime, ¿Matt es el moreno de un metro noventa? ¿Ese tipo está ahora en tu casa, y tú sólo llevas puesta una pequeña toalla?

-Estás celosa. Eso me gusta, es saludable para nuestra relación. Y sí, ése Matt.

-¿Podrías decirle a Matt que tome el teléfono? Quisiera pedirle una cita para cuando llegue. Me parece que mi espalda va a necesitar un masaje n poco de luego del viaje en tren.

-Tienes que prometerme que no vas a tratarlo mal. Sé cómo eres a veces. ¿Me lo prometes?

-Por supuesto. Oye, me duele la espalda y quisiera un poco de ETCE, como cualquier cliente -oyó que Boscha le pasaba el teléfono a Matt mientras le explicaba algo.

-Ja, soy Matt. ¿En qué puedo servirle?

-¿Matt? Soy Luz Noceda. Antes de pedirle una cita, estaba pensando si tienes póliza de seguros contra enfermedades contagiosas.

-¿Disculpa? Yo no sé si la tengo.

-Es la última moda en todos lados, salvo tal vez el lugar donde provienes. Déjame explicárselo con palabras sencillas. Puesto que trabaja con cuerpos y entra en contacto con piel humana, corre el riesgo de contagiarse de alguna enfermedad seria, que podría transmitirle a su vez a otros clientes, como yo. Así que quería saber qué precauciones toma. Por ejemplo, estoy segura de que Boscha te ha puesto al tanto de su hepatitis Z y de los serios peligros que se asocian a ella.

LA HISTORIA DE UN CORAZÓN ENGAÑOSO -LUMITY ADAPTACIÓN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora