CARICIA.

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Jimin se removió incómodo ante el calor que sintió repentinamente, apretó sus ojos y despabiló antes de abrirlos y observar con vergüenza a su Hyung cerca de su rostro.

El pálido aún dormía y su respiración era tranquila Se encontraba abrazándolo por la cintura y su otro brazo lo utilizaba como almohada.

El rubio se abstuvo de soltar un gritito al recordar todo lo vivido la noche anterior y se enfocó en la piel de porcelana de su mayor.

Verificando que el hombre siguiera dormido, rozó suavemente el brazo contrario con la yema de los dedos y subió lentamente hasta el hombro, pudo llegar hasta el cuello y miró el bonito rostro de Yoongi quien ya lo esperaba con una sonrisa y los ojos semiabiertos.

Jimin se sobresaltó y alejó la mano como si estuviera haciendo algo malo.

Yoongi soltó una risita y tomó la pequeña mano entre la de él y la dejó en su cuello para volver a rodear la fina cintura.

-No me molesta despertar entre suaves caricias -Jimin se abochornó aún más y dirigió su mirada hacia el pecho del mayor hasta que sintió un beso en su frente- Me alegra que te sientas más confiado para tocarme. Buenos días, pequeño.

-Buenos días, Hyung -susurró aún con vergüenza- ¿durmió bien?

-Dormí perfecto, ¿cómo te sientes?

-Um... Bien, yo... Yo me siento realmente bien -aseguró- no fue tan malo como creí que sería, me... me gustó.

-Me alegro -murmuró antes de acercarse más al chico y dejar un pico en sus gorditos labios- vencimos tu miedo.

Jimin se sintió morir ante el pequeño beso que solo despertó las mariposas en su estómago y se relamió los labios gustoso, acción que el peli negro no pudo evitar ver y solo prendió la chispa inagotable de química sexual que había entre ellos y que solo se había intensificado con las sesiones de toqueteos.

El pequeño chico entre sus brazos era lo más delicioso que había probado nunca, y como un dulce favorito, ahora que conocía su existencia, no dejaría de comérselo.

Volvió a besar los lindos belfos, esta vez presionando más fuerte y llevando su mano de la cintura a sus glúteos, Jimin apretó el agarre en el cuello de su mayor y se dejó hacer cuando la gran mano dirigió su pierna a la cadera contraria. Respiró con fuerza por la nariz cuando la mano volvió a sus glúteos, apretó y después sintió un dedo tanteando su entrada, un toque conocido y bien recibido.

Yoongi se alejó un momento del abrazo para girarse a tomar la botella de lubricante, vaciando un poco del mismo en sus dedos y volver al abrazo y al mismo espacio entre las nalgas del menor.

Esparciendo el lubricante en el anillo de nervios, el peli negro introdujo levemente el dedo tocando en círculos las paredes que se contraían involuntariamente. El menor cerró los ojos ante el estímulo y comenzó a soltar bajos suspiros, un poco acostumbrado ya al toque de Yoongi, quien lo miraba con una sonrisa ante tal entrega y se levantó para dejar a su esposo bajo él, aun con una pierna en sus caderas y su dedo índice en la profundidad del apretado orificio.

-Hyung -suspiró Jimin balanceando sus caderas inconscientemente.

-Tranquilo, lindo, tenemos todo el día.

El mayor sacó el dedo y dejó un beso en la frente y labios del chico antes de sacar su lengua y recorrer del cuello hasta pasar por en medio del pecho, bajar por el abdomen y dejar besitos en el semierecto miembro que terminó de endurecerse ante el estímulo.

Levantó ambas piernas por los muslos y las colocó sobre sus hombros. Jimin se avergonzó al sentirse tan expuesto y sólo logró mirar el techo mientras sus manitas tapaban su avergonzado rostro.

My Boy [🔞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora