El lazo que nos une (Irasue y Inu no Taisho)

Dueña de su amor

La brisa tenía un olor a tierra mojaban que le encantaba a Irasue, se sentía muy cansada pues en breves palabras no durmieron más de tres horas, Toga tenían bastante energía, se colocó su juban pero al instante que se levantó Moji entró a la habitación y pasó directamente a la tina para prepararla. Una vez lista ella ingresó dejándose llevar por la calidez del agua, Moji comenzó a lavarle el cabello mientras le daba leves masajes.

Moji: ¿Una noche movida?

Irasue: Ah.....demasiado diría *cerró sus ojos*

Moji: Si no fuera por el hechizo que el señor Toga colocó en su habitación creo que nadie habría llegado a dormir *ansiosa*

Irasue: No dormí lo suficiente pero me siento tranquila y un tanto feliz. ¿Sesshomaru ya se despertó?

Moji: Si mi Lady, ya le preparé su baño antes de venir aquí *le untó aceites*

Irasue: Supongo que el entrenamiento quedó cancelado pues luego de la lluvia de anoche el clima no estaba agradable.

Moji: Todo se llevó con normalidad. Renzo y Yoshi dijeron que en el campo de batalla no siempre estará soleado *le colocó el juban*

Irasue: De seguro la pasaron muy mal, en fin, es lo malo de ser un soldado. Agradezco que Toga no siempre venga sucio, cuida su apariencia.

Moji: Cuando despierte dígale que su baño está listo. Con su permiso me retiro.

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El entrenamiento fue totalmente duro y complicado pues el terreno estaba resbaladizo además que el barro no les ayudaba lo suficiente. Yoshi decidió luchar contra Renzo pero como era de esperarse perdió a la primera, sus hijos hicieron una gran variedad de ejercicios junto a los soldados.

Hiroshi: *agitado* ¡Maldición Suki!

Suki: No seas exagerado, recién empecé y ya estas cansado.

Taro: Te dije que las cosas se pusieron difíciles desde que no la dejamos ganar. Admito que eres buena hermanita *comió una uva*

Suki: ¿Cuándo piensas bajarte de ese árbol?

Taro: Cuando el barro este completamente seco ¡No pienso mancharme!

Hiroshi: Bien, terminemos con esto *se colocó en defensa* iremos enserio.

Comenzó a correr en su dirección, Suki flexionó sus piernas mientras ponía sus brazos al frente de ella para atajar el golpe, Hiroshi podía intuir sus movimientos pues para luchar con una katana o espada debes saber los movimientos que hará el enemigo para así bloquearlo y esquivar. A escasos centímetros Suki posicionó su pierna derecha detrás de ella para tomar impulso y poder impactarlo en las costillas de Hiroshi pero este se agachó para esquivar el golpe, rápidamente se colocó detrás de ella para golpearle en la espalda lo suficientemente fuerte para hacerla caer.

Taro: ¡Levántate Suki! Si pierdes tendré que pagarle cincuenta monedas a Hiroshi (aún tiene mucho por aprender pero algún día será la mejor soldado) ¡Oye Hiroshi ten piedad que no me quiero quedar sin hermana!

Hiroshi: Perdiste así que debes pagarme ¡Tarado!

Suki: (esos infelices siempre apostando) sólo yo puedo insultar al tonto de Taro.

Ella entrelazó sus pies en el pie izquierdo de Hiroshi para hacer una llave y tumbarlo de cara, Suki se sentó sobre el mientras le tomaba sus brazos y los presionaba contra su espalda para evitar que escapara.
Hiroshi se movia debajo de ella para aflojar el agarre pero al estar sobre un terreno lleno de barro era difícil, las ropas de ambos estaban húmedas y con rastros de tierra.