¿Un adiós definitivo?

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A la media noche Toga decidió volver al palacio pues él se encontraba en la colina de los cerezos pensando en diferentes asuntos, sus sentimientos y emociones parecían un huracán que no lograba controlar.

Se encontraba buscando su juban para dormir pero recordó que Moji había dicho que lo lavaría, se le hacía incómodo dormir con su ropa que usaba a diario, no tenía otra opción más que buscar alguna prenda en la habitación que compartía con su esposa, sentía culpa y bastante remordimiento pero a pesar de eso se dignó a ir por su juban.

Cada paso era más lento que el interior, su despacho se encontraba en la segunda planta pero estaba un tanto alejada de las habitaciones por lo que tenía que pasar por varios pasillos bastante largos, al llegar a la zona donde solía dormir sintió una punzada en el corazón, llevaba meses sin entrar en ese lugar, sus pisadas eran sonoras a tal grado que provocaba mucho nerviosismo.

Sesshomaru se encontraba conversando con Suki, tenían las velas apagadas y no hacían ruido alguno porque sintió que su padre se acercaba, al principio se sorprendió pero a la vez trató de quitarle importancia al asunto, la joven le había llevado la cena, a pesar de ser media noche Sesshomaru le había dicho que le trajera la comida en ese horario.
Toga no era tonto, su oído era más desarrollado que el de su hijo por lo que sabía a la perfección que había apagado las velas y demás, pero no sabía que sucedía en su habitación ya que él colocó un hechizo que no permite ver ni escuchar lo que sucede en su interior, lo habría quitado pero Irasue se habría dado cuenta y sin duda alguna le habría encarado.

Sigue adelante. Sigue adelante. Todo saldrá bien Toga, entras, buscas tu juban y sales. Entras, buscas y sales ¡Fácil, tu puedes! Entras, buscas y sales. ¡¡A quién engaño me da terror verla!! sé que algo malo me pasará, quizá entre y ya no vuelva a salir de esa habitación, ¡Inu no Taisho desaparece en su propio palacio! *chasqueó la lengua* Mi cuerpo se manda sólo cuando se trata de estar con ella, nada evita que algo en mi interior le tenga miedo.

Al estar frente a la puerta su mano comenzó a temblar con si no hubiera un mañana, en el momento que iba a deslizar la puerta fue abierta por Irasue, Toga inmediatamente desvío la mirada hacia el suelo debido a que siempre que la observaba le dolía la cabeza.

Toga: Con permiso *ingresó* necesito unas cosas.

Irasue: ¡Buenas noches Irasue, tengo que buscar algunas de mis pertenencias! ¿puedo pasar? *sarcástica* te estás volviendo maleducado señor Inu no Taisho.

Toga: ¿Señor Inu no Taisho, porqué me llamas así? *revisó sus muebles*

Irasue: Solo te estoy tratando con el respeto que se merece mi Lord (si supiera que yo le ordené a Moji que lavara todas sus prendas de dormir para que el venga a buscar una aquí,se moriría)

Toga: Disculpe Inukimi por entrar sin su consentimiento a mi habitación *gruñó* maldición ¿donde está?

Irasue: Tu siempre de fanfarrón, habla, ¿porqué viniste? *observó sus uñas* Déjame adivinar, buscas ropa para dormir.

Toga: ¿Cómo lo sabes? ¡¡Eso es brujería!!

Irasue: Eres muy despistado, además tu nunca duermes sin una juban, viniste a buscar alguna ya que Moji lavó todo.

Se acercó a uno de los muebles donde comenzó a buscar, Toga se acercó al ventanal para ver el paisaje, a su costado derecho vio la pequeña mesa donde había un bulto tapado por una tela roja, observó a Irasue que aún buscaba la ropa así que aprovechó para rápidamente ver que había debajo que aquella tela.
Se sorprendió al ver los medianos pergaminos que había escrito, había uno suelto sobre le mesa así que lo tomó.

El lazo que nos une (Irasue y Inu no Taisho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora