El lazo que nos une (Irasue y Inu no Taisho)

Conversación nocturna

Taro: Oye mocosa ¿estas dormida?

Suki: *abrió la puerta* No, mira estoy sonámbula y hablo dormida.

Taro: Pienso que con esas ojeras pareces un muerto viviente.

Suki: ¿Qué quieres? *bostezó* es media noche.

Taro: Deja tu bostezo falso para alguien más, sabes que mi habitación está aún lado de la tuya y comencé a escuchar que lanzabas una pelota contra la pared, eso lo haces cuando algo te preocupa.

Ella se hizo a un lado para dejar que su hermano ingrese, preparó un poco de té para acompañar la platica que tendrían, colocaron unos cojines cerca del ventanal. Al estar en el primer piso la vista no era muy prometedora pues no podían observar el paisaje en todo su esplendor.

Taro: Nunca vi un tranco tan lindo como ese.

Suki: No te quejes que ambos tenemos la misma vista, Sesshomaru tiene una vista de envidia desde su alcoba *tomó su té*

Taro: Tienes razón, las veces que vamos donde el para hablar nos quedamos como idiotas viendo por la ventana.

Suki: ¿Crees que todo lo que dijo el señor Toga sea verdad? *susurró*

Taro: Con que eso es lo que te angustia, sea verdad o mentira le afectó a Sesshomaru y necesita apoyo, por lo que veo no quiso hablar contigo.

Suki: Aunque te diga las cosas sin tanto detalle tu terminas deduciendo todo *mordió su labio inferior* No me dejó hablar con el.

Taro: Propongo que vayas nuevamente a hablar con el, Hiroshi y yo no somos los indicados para tratar con un asunto tan delicado. Conociendote hermanita seguramente planeabas hablar con el a toda costa ¿O me equivoco?

Suki: Si sabes para qué preguntas *rodó los ojos* tengo que hablar seriamente con el, me trató muy pero muy mal.

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Al rededor de las dos de la mañana Moji ingresó a la habitación de Irasue debido a que Toga le ordenó llevarle su ropa de dormir junto con otras cosas más.
Ella sintió un poco de incomodidad al ver que por primera vez no dormiría con ella.

Irasue: Es un tonto infantil.

Se paró cerca de la ventana observando como el aire mecía las ramas y provocaba que las hojas caigan, la noche parecía melancólica tal y como ella se sentía.
Trataba de autoengañarse diciendo que todo estaría bien, pero tenía sus dudas, algo le decía que quizá nada volvería a ser igual. Se aferraba a la idea de que Toga pronto le pediría perdón.

Al recostarse en el futón matrimonial se sintió incómoda, pues, el lugar donde solía dormir su esposo se encontraba frío y vacío, la última vez que durmió sola fue un día antes de su boda, desde entonces el la acompañaba todas las noches a excepción de los días donde ella viajaba por asuntos políticos, ella no se sentía tanta extrañeza ya que sabía que Toga la estaría pensando y añorando que volviera pero en esta ocasión era diferente, su mente le decía que el no estaba pensando en ella pero su corazón le gritaba que todo pasaría. La preocupación se hacia cada vez más y más presente en ella.

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Suki se encontraba afuera de la habitación de Sesshomaru, si tenía suerte el estaría dormido por lo tanto había la posibilidad de que no sintiera su presencia aunque era casi imposible a menos que haya tomado un té para conciliar el sueño.

Silenciosamente cerró la puerta detrás de ella pero eso no fue lo suficientemente delicado puesto que nada pasa por desaparecido ante el gran sentido del oído que tenía Sesshomaru ya que este se movió un poco, se encontraba dándole la espalda "a la intrusa".