El lazo que nos une (Irasue y Inu no Taisho)

Alejamiento temporal

Por primera vez en toda su larga vida Toga se despertó más tarde de lo normal, instintivamente volteó a ver el futón pero observó que la parte donde solía dormir Irasue estaba fría y vacía, la culpa inmediatamente inundó su ser seguido de unos dolores en toda su cabeza.

Toga: Sin duda esto me matará *se sentó* yo mismo luchando contra un hechizo el cual también involucra a Irasue. Irónico.

El no sabía que encantamiento le lanzaron y tampoco los demás demonios, Yuki sólo dijo que Zero había pedido un deseo, sin embargo, les dio una pista "si su amor es verdadero se debería romper el hechizo". Pero esto tampoco lo sabía él, Irasue sin duda investigaría por su propia cuenta sin involicrarlo.

Al momento de salir se encontró con Sesshomaru que lo miró con desdén y rabia, aún era muy joven pero comprendía algunas cosas.

Toga: ¿Porqué le miras así a tu padre?

Sesshomaru: Hmp....tengo motivos suficientes para hacerlo.

Toga: Se bien a qué quieres llegar *exhaló* ¿Dónde se encuentra tu madre?

Sesshomaru: Se fue.

Toga: Siempre hablas poco y sin detalles, ¿A dónde se fue, cuando volverá?

Sesshomaru: Al palacio Taisho, dentro de dos meses quizá regrese...

Una mala vibra inundó por completó su pecho, su interior estaba destrozado por alguna razón y aunque lo negara sabía bien porqué estaba así. Pensar que ella estaría lejos le hizo temblar de terror, si sólo eran dos meses todo estaría bien ya que para ellos el tiempo pasa rápido además de una forma u otra tenían toda la eternidad del mundo para remendar errores o esperar a un ser querido.

Toga: Entiendo.

Sesshomaru: Bien.

Toga: Por cierto, en la tarde comenzaremos con el entrenamiento *sonrió*

Sesshomaru: Si me dejas usar a comillo de acero,acepto.

Toga: Hijo, no estás listo para recibirla. Eres bastante joven y no has experimentado lo suficiente, para poder portar esa espada tu debes tener empatía por todos los....

Sesshomaru: Te niegas a dármela y yo me niego a entrenar contigo.

Toga: Viendo como están las cosas siento que quizá no llegues a ser digno de la espada.

Sabía perfectamente que algún día tendría que dejarle a Sesshomaru y al otro bebé que estaba en camino sus espadas, era una difícil elección pero la actitud de su hijo mayor cada vez le ayudaban a decidir que espada entregarle. Originalmente él se quedaría con colmillo de acero y colmillo sagrado.

Decidió ir nuevamente al monte de los cerezos ya que era el único lugar donde encontraba total tranquilidad, gracias a su posición como líder nadie se enteraría de que una humana está embarazada de él, Kirinmaru al ser su amigo más cercano que tenía en el clan debía contárselo y sin duda le diría por mensaje.

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Irasue llegó al palacio donde pidió ver a Cony, ahora ella gobernaba temporalmente por órdenes de la Inukimi, quería saber si surgió alguna novedad nueva.
La demonesa de hebras rubias y ojos celestes se presentó inmediatamente ante ella.

Irasue: ¿Sucedió algo?

Cony: Nada nuevo mi señora, con el último ataque que hizo el príncipe Sesshomaru las tropas retrocedieron ya que fueron testigos de la frialdad con la que mataba a los enemigos.