26 - Noche especial

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Una mañana fría más en un pueblo de aspecto antiguo.

El sol comenzaba a salir, las calles estaban vacías y cubiertas de una ligera niebla.

En una de tantas casas los primeros rayos de sol entraban por una ventana, impactando de forma directa en el pálido rostro de una bella mujer, a lo cuál ella abrió los ojos con dificultad.

Esos extraños ojos rojos fueron impactados por la luz, a lo que Aurelia apartó su vista.

Su despeinado cabello dorado resaltaba sobre las sabanas blancas de su cama.

"Otra mañana fría"

Después de un rato retiró la sabana que estaba sobre ella mostrando su cuerpo el cuál estaba cubierto por un pants negro y una camisa de manga larga la cuál era bi-color, con la zona del torso de color gris y las mangas de color negro.

"Que bien se siente esta ropa, debo agradecerle a Sachi por regalarmela"

Se estiró un poco y un pensamiento atravesó a su cabeza rapidamente.

-cme pregunto que debería llevar hoy- dijo para si misma mientras veía por la ventana.

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En otra parte de la ciudad, en una habitación en la cuál el sol no entraba debido a las cortinas, una chica de ojos bicolor se encontraba recostada sobre su cama de manera descuidada mientras veía el techo de su habitación.

-pesadillas- dijo en voz baja luego de dar un pequeño suspiro

Se encontraba bastante concentrada en el techo, hasta que el despertador que se encontraba al lado de su cama comenzó a sonar.

Ella se apresuró y detuvo el ruido.

"Dios, en verdad odio esta cosa, si Vid no me lo hubiera regalado ya lo hubiera tirado"

Nephy se sentó con dificultad en su cama, con los ojos cansados y totalmente despeinada parecía una persona diferente a la usual, además de vestir simplemente con un short negro y una playera negra sin mangas que parecía ajustarse a su cuerpo.

-los días fríos son lo mejor- dijo mientras se estiraba

Volteó a ver el despertador que se encontraba en su mesita de noche y vio la hora.

"ocho de la mañana, tal vez abra a las diez hoy, debería cambiarme y preparar todo para la noche, me pregunto si Zen me puede enseñar a preparar ese delicioso pastel de moras"

Se levantó y dio un último estirón, para después volver a ver su mesita de noche.

-tal vez te lo pueda preparar a ti después- dijo con una gran sonrisa en su rostro al ver el despertador.

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En una habitación oscura con ventanas cubiertas por cortinas que apenas y dejaban pasar la luz, se encontraba una chica recostada en su cama, o mejor dicho, recostaba su cabeza sobre el pecho de la persona que estaba sobre su cama.

El reloj que se encontraba en la pared frente a la cama marcaba las nueve de la mañana, y aunque parecía que ambas personas dormían, en realidad una de ellas se encontraba despierta, pero no quería moverse para evitar despertar a su compañera.

"Vaya, no pensé que de verdad me quedaría dormido aquí, aunque debo de admitir que no me molesta tenerla tan cerca, maldición esa ligera respiración que puedo sentir de su parte hace que no quiera moverme de aquí nunca"

Ambos solían dormir en habitaciones diferentes a pesar de ser una pareja formal, pero esta era la primera vez que ambos dormían en la misma habitación de forma voluntaria (Sin mucha intimidad de por medio).

Enseñando A Sentir (Segunda Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora