Finalmente terminé de acomodar el cuarto aunque tomó algo más de tiempo de lo qué esperaba, miré mi reloj y ya eran casi las nueve de la noche. Supongo que el tiempo se pasa volando cuándo tienes algo que hacer.
"Debería ir a cenar antes de qué cierren el comedor, aunque creo que sería mejor llamar a casa para avisar que llegué bien primero"
Salí de la habitación y fui hacía la escalera por la cuál subí a este piso, pero entonces me di cuenta que en realidad no sabía a dónde tenía que ir.
Tal vez si bajo a la primera planta puedo encontrar a alguien del personal que me ayude.
Bajé al primer piso y al lado de la puerta al comedor ví a un hombre vestido de blanco, era un poco más alto que yo y tenía tres grandes cicatrices en el rostro de lado derecho.
Me acerqué a el y levanté una mano para saludarlo.
-hola señor, disculpe, ¿podría ayudarme?-
-hola doctor buenas noches, ¿qué necesita?-
Me sorprendió su manera de hablar, era una voz algo ronca, pero parecía muy amable.
-me gustaría saber si tienen por aquí algún teléfono-
-¿un teléfono?, creo que si contamos con uno, justo al otro lado de esta habitación hay un pasillo con un cartel de "sólo empleados"; si entra y llega al fondo del pasillo debería encontrar una puerta blanca, ahí hay un teléfono- dijo moviendo un poco sus manos para dar indicaciones
Giré la cabeza y pude ver el pasillo del que hablaba.
-ya veo, muchas gracias-
-para servirle doctor, por cierto, siéntase libre de tomar lo que quiera de la habitación y si quiere cenar venga al comedor aunque se vea cerrado, usted pase y hable con los cocineros-
-oh, bueno, muchas gracias- dije asintiendo y dando una vuelta
Caminé al pasillo y en una pequeña placa blanca habia escrito "sólo empleados", esta estaba sobre dos puertas blancas corredizas, entré y una corriente fría golpeó mi cuerpo.
Era cómo si hubiera aire acondicionado en el lugar, además que la iluminación era muy pobre; a lo mucho habría dos lamparas para todo el pasillo.
"tranquilo, sólo es un pasillo, no pasará nada"
Comencé a caminar y podía escuchar cómo el suelo rechinaba a mi paso, sin duda este lugar era antiguo.
Había bastantes puertas a los lados de este, estas eran negras cómo las de las habitaciones, supongo que este lugar es donde duermen los empleados, así que comencé a avanzar lentamente para no hacer ruido y molestar a alguien.
Ya estaba por la mitad del pasillo sin darme cuenta, la verdad este lugar da miedo, cómo si fuera uno de esos juegos de terror que tanto le gustaban a Nephy. Nunca he sido muy fan de esos juegos, las películas de terror me gustan pero siento que los juegos son una experiencia diferente.
Ya estaba casi al final del pasillo y pude ver la puerta blanca que me habían dicho.
Cuándo llegué llamé a la puerta un par de veces, pero como no recibí respuesta entré.
El lugar contrastaba mucho con el exterior, era un cuarto totalmente blanco frente a la puerta había una mesa algo pequeña con cuatro sillas; dos a cada lado; a la derecha habían unos cuántos estantes colgados en la pared, supongo que llenos de platos y vasos ya que justo abajo de ellos había una estufa con horno además de un pequeño horno de microondas y una cafetera; al lado de eso había un refrigerador bastante grande que parecía tener un congelador en la parte de arriba y al lado una máquina expendedora que estaba llena de diferentes cosas además al lado estaba un teléfono pegado a la pared.
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Enseñando A Sentir (Segunda Edición)
RomanceUna historia basada en el eroge de Ray-K, en la cuál se contará la vida de Sylvie y las personas que la rodean en su vida después de llegar con el doctor.