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Confesión en Versos

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Confesión en Versos

Lo primero que hizo Historia fue ir hasta ella casi corriendo y abrazarla con cuidado, Megara le recibió con los brazos abiertos para ella mientras la rubia depositaba su mentón en el espacio del hombro de la castaña cobrizo y su cuello.

──Tenemos mucho de que hablar ──simplemente musitó la rubia y ella lo sabía muy bien, que había bastantes cosas de las cuales debían charlar──. Lo sé, pero vayamos adentro no creo que la entrada principal del castillo sea buena para esto.

Ella repuso con una suave sonrisa que fue realmente inesperada para Historia, quien, asintió y emprendió camino lado a lado de la chica hasta sus aposentos, donde por primera vez habían enlazado hacía ya más de un año. Historia abrió la puerta de aquel balcón y Megara se colocó a su lado, Paradise se levantaba radiante frente a ellas, todas las casas que podían mirar a la distancia, sin muros, solo el cielo y más allá podía verse la orilla del océano, aquel que había sido solo una ilusión alguna vez.
──Lamento mucho lo ocurrido, no suelo ser alguien que se abra mucho, pero... fueron esos días complicados, toda la presa que retenía mis sentimientos se fue poco a poco rompiendo, sinceramente nunca pensé que llegaría el momento en el que me preocuparía tanto como lo hice contigo, hay muchas cosas que tenía que decir pero me asusté, e incluso me cerré por miedo a lo que significaba abrir el corazón a alguien pero ahí estabas tú, tienes un toque especial Historia, es como si rompieras las represas de mi alma ──murmuró ella, le estaba costando buscar las palabras para describirle a la rubia como se sentía así que simplemente busco algo en su chaqueta, la rubia pudo ver después de que se trataba, era una pequeña carta, una hoja en realidad doblada en cuatro partes, la castaña cobrizo, de cabellera brillante zanahoria en ese momento por el sol, le tendió el papel doblado perfectamente. La rubia soltó una risilla encantadora que descolocó un poco a la joven Oslo──. También me era difícil describir lo que sentía, también me fue complicado buscar una forma de decirlo, así que hice lo mismo.

Saco de su gabardina del uniforme un papel de la misma forma doblado, ambas tomaron el papel de la contraria y volvieron a colocarse recargandose en el barandal del balcón.

"Querida Megara / Historia"

"Estos días no han sido exactamente algo que llamaría una gran revelación, no he tenido mucho tiempo para pensar con todo el asunto de sacarte en donde sea que hubieses terminado en primer momento tras tomarte unas vacaciones"

"Todos los días la pasaba mal pensando en ti, en si estarías a salvo, en si todo estaría bien en donde estabas, cuando fui con Jean completamente confundida y asustada volví a sentirme tan pequeña, como cuando mi padre daba las ordenes, o cuando mi hermano murió, aún era muy joven e inexperta, y no miento, sigo siéndolo en parte en algunas cosas que quisas tu ya conozcas, no se que es querer a una persona tanto como lo hago ahora, y es... complicado y asusta."

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