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 Escala de grises

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Escala de grises

El día estaba nublado, Megara jamás había entendido porque aquellos días en los que alguien iba a ser enterrado, eran tan fríos y obscuros. Se había levantado temprano esa mañana, como a las seis a intentar ponerse un poco de orden a si misma.

Suspiro mirando la coleta que amarraba su cabello castaño rojizo mientras lo tomaba para trenzarlo y después colocarlo en un rodete amarrandolo con horquillas. Aliso un poco sus pantalones de palazzo negro mientras tomaba su saco que se mantenía sobre una de las sillas, se lo colocó mirando la camisa de los mismos tonos obscuros junto a sus zapatos negros de tacón corto.

Tomo su bufanda blanca antes de salir y camino por el pasillo para llegar a la salida de las habitaciones del personal del castillo para reunirse con Jean y la pequeña Hyuna. Los divisó en la sala del primer piso, un lugar destinado para los descansos cortos del personal, Jean estaba sentado sobre uno de los sofás marrones con Hyuna entre brazos, ambos vestidos de negro, la pequeña bebé era demasiado joven para estar de negro y aún más para ir al funeral de quien se suponía era su madre, eso la atormentaria el resto de su vida, en el fondo siempre se iba a sentir culpable por ello y cuando tuviera que explicarle a su sobrina sería demasiado complicado incluso para alguien como ella, decir con seriedad que había sido un accidente. Eso sonaba mejor que decirle a la niña que el hombre que se suponía era su abuelo, había asesinado a su madre, no iba a traumar a una niña diciéndole eso.

Sus desastrosos pensamientos fueron interrumpidos por uno de los sirvientes del hogar. Estaban listos para ir a los cementerios de Rose, aquel al que Historia siempre llevaba flores, mordió su labio cuando vio que era la hora, ni siquiera había podido dejarla ir, ni siquiera había tenido oportunidad de decirle adiós, era curioso, todo el mundo estaba apurado por que el escándalo acabara, lo que querían era comenzar el juicio oficial y relevante, haciéndola sentir que su familia no tenía importancia, aunque claro, no podía importar menos lo que le pasara a la hija de uno de los criminales cuando la propia reina había estado en riesgo todo ese tiempo, y aún lo era, algunos de los implicados podían estar sueltos todavía, los gajes de ser reina suponía, Historia siempre debía ser protegida y su propio luto no debía durar demasiado.

Jean sostuvo su hombro a manera de apoyo pues no se había movido del lugar en ningún minuto, tomó fuerzas de voluntad para empezar a andar y despedirse al fin. Decirle adiós a la niña que había cuidado tanto y que procuro todo el tiempo, a lo último que había tenido de familia.

──Es hora Megara... hay que ir ──incluso a el parecía costarle decir aquellas palabras, ella miró a Hyuna en los brazos de su padre y acompañó a Jean, ahora todo iba a tener que ser diferente por el bien del ultimo pedazo que quedaba de Giselle──. Después de esto tenemos que ir a la corte, ¿no es así?.

Cuestiono, la respuesta fue el asentir de Jean, mordió su lengua ahora mientras la carroza principal los llevaba a ellos, iban a estar presentes los embajadores para acompañar a Jean, su madre y familia del castaño y bueno a ella no había realmente quien pudiera acompañarla, toda su familia estaba muerta o tras las rejas por involucrarse en los movimientos ocultos de su padre, podría ser que solo Ponce y sus antiguas amas de llaves fueran, pero eso también era solo una posibilidad, no estaba segura de nada.

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