THE EMPRESS || [historia reiss]

X X I

El Océano

El sol en ese momento era muy radiante, ella tenía los pies hundidos en el agua mientras las olas golpeaban con suavidad su cuerpo, la playa era un lugar realmente tranquilo, era un día bastante bueno, el tiempo de verano hacía que aquel viaje durante las vacaciones para celebrar el cumpleaños de Frieda fuera especialmente exacto. Las gaviotas sobrevolaban por el cielo de la isla, y la arena era fina y suave ante el tacto. Hundió sus manos en el agua que la rodeaba, una ola trajo a ella una concha marina que relucia brillante. Sostuvo su sombrero para que este no se volara de su cabeza y dejó que el viento fresco revolviera su cabello.

Había transcurrido casi un año ya desde el ataque de los restauradores de las murallas, y aunque habían sido difíciles los meses posteriores a esos recibieron la ayuda del mejor diplomático en la isla, Amín Arlet, quien preparó en discurso para calmar a la gente y las revoluciones internas que Paradise parecía no dejar atrás.

Sus palabras conmovieron tanto a las masas Jaegeristas como a los adoradores de las murallas, el mensaje era claro, "Todo un mundo había sido destruido para su supervivencia, lo menos que requerían en ese momento era seguir peleando por un lado de la historia o por otro, les habían otorgado años de paz, a costa de miles de vidas más allá de las murallas, y lo último que Eren Jaeger verdaderamente había pedido era que por fin se viviera en libertad, aunque era una memoria desgarradora llena de destrucción, había dejado un completo silencio y una paz temporal, así que debían aprovecharla en lugar de seguir tiñiendo entre ellos de rojo su pedazo de mundo matándose, porque esa a fin de cuentas no era la voluntad de todos los que se habían sacrificado para que Paradise sobreviviera y pudiera vivir sin ser encerrados en muros" la voz de Armin fue escuchada por todos, y aunque aún hubo algunos disturbios, la mayoría de psicópatas negociantes extremistas fueron encerrados en las cárceles de Paradise.

Todo aquel que comprendía el dolor de las guerras que dejaban las muertes y el terror de los disturbios, entendió el punto que el rubio sacó a relucir, y pronto los bandos cayeron de inmediato, dedicando a Paradise a modernizarse y vivir esa incorporación al siglo verdadero que todo el mundo vivía fuera de los muros.

──¿Que miras?.

La voz de Jean a su lado le asustó, más que nada por esa forma tan discreta de acercarse completamente silencioso hasta ella. ──Jean, al menos anuncia que vienes casi me sacas el corazón de un susto ──expresó ella con la mano en su pecho que latía desbocado por la sorpresa que le había dado el castaño, incluso había saltado en su lugar.

──Pues tu estabas muy distraída entonces, como sea... este lugar me trae muchos recuerdos, me hace sentir viejo en parte ──murmuró Jean, y ella notó la nostalgia en su voz, Armin le había dicho que en aquel lugar ellos habían descubierto que el mundo se extendía más allá de toda esa enorme mancha de agua, ahí fue donde inesperadamente todos vieron a Eren Jaeger aún cuerdo por última vez, el lugar a donde lograron llevar a Sasha, Jean, Mikasa, Connie, a la ex-comandante de la legión Hange Zoe y al antiguo capitán de la tropa 104, Levi Ackerman, quien ahora vivía en Liberio, retirado de la guerra y del mundo de los que habían sido los titanes alguna vez──. Fue la primera vez que probé junto a Sasha el agua salada, sabe asquerosa, ¿Sabes?, ella se río de mi cara y yo de la suya... aún la extraño.