THE EMPRESS || [historia reiss]

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En el Paraíso

Su hermano la agitó levemente mientras le llamaba.
──Megara... Megara...
La niña despertó tallandose los ojos mientras bostezaba y miraba a su hermano, Eros, ahí estaba con su overol azul y su sombrero pequeño de paja, ella aún estaba algo adormilada. ──Tuve un sueño muy largo... no recuerdo que había soñado pero creo que era una pesadilla ──musitó con su fina voz mientras Eros negaba y la abrazaba dándole sus palmaditas en la espalda, la forma en la que siempre la había consolados cuando se sentía triste o sola. ──Mama dice que te prepares, vamos a ir de paseo al campo, papá está de viaje así que no va a darse cuenta.
Dijo el niño mientras ayudaba a su hermana menor a bajar de la cama, la niña de cinco años corrió a su armario mientras su hermano se marchaba de la habitación para darle su espacio a la niña, la pequeña Megara se quedó observando todos sus vestidos y eligió el violeta claro de a cuadros, tenía la oportunidad de ser una niña privilegiada y de tener ropa Bonita, su padre siempre le decía eso, así que decidido usar el vestido que le regaló en su cumpleaños y se puso sus calcetas y zapatos antes de salir corriendo de camino a la sala donde su madre ya tenía preparada una cesta y su hermano cargaba con un pequeño morral con medicina. La familia Oslo tenía una casa de campo en el interior de las murallas María, así que dejaron a su distrito atrás para pasar un fin de semana tranquilo ellos tres en familia. Eros era el valiente que se volvía el hombre de la casa cuando papá se marchaba a largos viajes como ese. Su madre los llevaba de la mano cuando tomaron la carroza a la casa de campo, el viaje no fue largo, su madre dijo que habían tardado media hora en llegar, en cuanto bajaron Eros y la pequeña niña salieron corriendo jugando a atraparse entre risas. ──El más lento es popó de titán.

──Eros... no creo que los Titanes hagan popó ──aclaró inocente la pequeña Megara sin saber que esa sería una realidad mucho después cuando creciera──. Ha... pero Megara no seas más lista que yo, me hacen sentir tonto ──se quejó el pequeño niño de cabellos castaños y mirada miel como la de sus padres──. Es que eres un tonto Eros...