El peso de la corona [✔️]

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1 de marzo, 2019

—Daphne, despierta —la llamó Louis moviéndola con cuidado—. Daphne...

La castaña despertó con los ojos entreabiertos y la expresión confundida.

—¿Louis? —murmuró aún media dormida, se fijó la hora en el reloj que había en su mesita de noche, faltaba media hora para la una de la madrugada.

—Sé que... Sé que las cosas entre nosotros no han ido tan bien en las últimas semanas, pero eso no significa que ya no me importes, así que no creas que me olvide de tu cumpleaños.

Daphne ni siquiera había caído en cuenta de que era su cumpleaños, tenía tantas cosas en mente, como su relación con Louis, la enfermedad de su sobrino y las clases de la Academia, que su celebración de cumpleaños la traía sin cuidado.

—Levántate, por favor —le dijo —. Te tengo una sorpresa.

La chica dudó un momento en si ir o no con él. Terminó cediendo, tal vez, con un poco de suerte, las cosas entre ellos volvían a ser tan armoniosas como en un principio. Louis sonrió al ver como ella se ponía de pie.

—Te recomiendo que te pongas pantalones holgados —le dijo el chico.

Cuando pasaron quince minutos Daphne salió de su baño vestida con un pantalón de mezclilla holgado, un suéter y sus zapatillas converse, con el cabello mediano peinado en un moño alto y con un poco de maquillaje.

—¿Estoy bien así?

—Perfecta.

Louis se acercó a ella y la tomó de la mano, Daphne se dejó llevar, no quería pasarla mal en su cumpleaños número diecinueve. Tomó su mochila donde siempre estaba su billetera y su teléfono antes de que el chico la llevara casi corriendo afuera de la Academia.

—¿Podrías decirme a dónde me llevas? —preguntó la castaña.

—Si te digo se arruina la sorpresa —respondió —. Matthew y Charlotte me dijeron que te cubrían, así que no te preocupes por eso.

Louis siguió caminando con ella de la mano hasta que se detuvieron cerca de las salidas laterales de los extensos terrenos de Hannowoor-Dankworth. En un abrir y cerrar de ojos Daphne ya se encontraba dentro de un auto negro de ultimo modelo.

—A veces se me olvida que eres de los hombres más ricos del país —comentó la chica analizando a detalle el auto, nunca antes había visto el auto de Louis, o mejor dicho, uno de los muchos autos de Louis.

—Te llevaré a un lugar, no es un viaje muy largo, pero de todas formas es mejor que pongas música —le dijo Louis.

La noche estaba tibia, la luna llena iluminaba la carretera por la cual no circulaban muchos autos, la voz de Taylor Swift sonaba en los parlantes del auto. Louis manejaba rápido pero con cuidado, de vez en cuando le daba una mirada a Daphne pero ella solo veía el paisaje.

—¿Me dirás a dónde me llevas? —preguntó Daphne luego de una hora de viaje—. Si no me dices comenzaré a sospechar que me vas a secuestrar.

—Tranquila —le respondió el muchacho con voz cantarina —. Te dije que era una sorpresa, si te digo no será especial. Duerme si quieres, te despertaré cuando estemos por llegar.

Daphne le hizo caso, se acomodo en el asiento y se cubrió con una chaqueta que Louis traía, se quedó dormida casi de inmediato. El chico tenía que hacer un gran esfuerzo para mantener los ojos en el camino y no ella.

Louis siguió el camino, a medida que avanzaba los autos eran cada vez más escasos, ya casi corrían las tres de la madrugada.

Daphne despertó a causa de que Louis pasó muy rápido por un bache, la castaña miró a todos lados algo confundida mientras sus recuerdos llegaban a su cabeza.