La Academia, Cambridge, Nueva Inglaterra
10 de Noviembre, 2018—¿La teoría de la relatividad de Einstein fue publicada en 1905? —preguntó Matthew —. Soy un asco para recordar fechas, de hecho, creo que cuando tenga hijos ni siquiera voy a acordarme de sus cumpleaños.
—Sí, fue en 1905. Y pobre de tus hijos —le respondió Daphne despegando la vista de su libro de física —. Creo que me irá mal en este examen, no puedo concentrarme, no me entra ni una sola palabra de lo que leo.
—¡Oh, mira, Charlotte viene para acá! —anunció Matthew sonriente. Daphne rodó los ojos al ver como su amigo la había ignorado por completo —. Olvídalo, no mires.
Matthew le cubrió los ojos a Daphne, quién no entendió por qué lo hacía. La chica corrió la mano del castaño de su rostro para ver a Charlotte, pensando que podría tratarse de eso. Y efectivamente, caminado por el jardín con su elegancia característica a un lado de la Princesa venía su hermano, y del brazo de este camina sonriente la Marquesa de Bristol.
Daphne trago saliva, y tratando de simular regreso su vista al libro.
—Mejor sigamos estudiando —murmuró, aunque no fue capaz de leer nada.
Matthew observó como Charlotte se acercaba a ellos caminando con rapidez pero sin perder su delicadeza y elegancia. Daphne no se atrevió a levantar la mirada, sólo fingió estar muy interesada en la vida y obra de Einstein.
—¡Hola! —saludo la joven rubia cuando llegó donde ellos.
—¡Hola, Charlotte! —la saludaron al unísono. Ambos cerraron sus libros de texto y los dejaron a un lado para prestarle atención a la Princesa.
—¿Puedo sentarme con ustedes? —preguntó con amabilidad, Matthew asintió de inmediato y ella le regaló una sonrisa.
De inmediato Daphne sintió que estaba haciendo mal tercio. Se removió en el asiento con incomodidad.
Charlotte suspiró con dramatismo cuando estuvo sentada entre ambos, observando a su hermano pasear del brazo de la marquesa.
—Irene no me cae mal, digo, no tengo nada en contra de su personalidad, de hecho me resulta muy agradable, pero ¡está loca por Louis! —se quejó —. Se supone que hoy Louis y yo íbamos a ir a jugar golf y ella llegó de imprevisto, no se ha despegado de mi hermano ni un solo minuto desde que lo vio.
—Bueno, pero tú dijiste que Louis le había explicado que él no sentía nada por ella, ¿no? —le respondió Matthew.
—Si, pero ella no entiende. ¡Es tan terca!
Daphne miró de reojo a Louis, quién a algunos metros de allí le sonreía a la marquesa mientras esta se aferraba aún más al brazo del chico. Entonces, y por primera vez en su vida, la castaña experimentó celos, aunque claro, ella nunca lo admitiría en voz alta.
—Creo que iré a la Academia. Tengo que estudiar. Nos vemos luego, Charlotte. —Y sin agregar nada más Daphne se levantó y se fue a paso veloz por el jardín hasta llegar al edificio.
Charlotte la siguió con la mirada hasta que ya no la vio, frunció el ceño haciendo puchero, pensando que tal vez Daphne estaba molesta con ella por alguna razón que desconocía.
—No está molesta contigo. Solo se puso de mal humor, está celosa —explicó Matthew al ver la expresión de la chica —, de Irene.
—Ya veo —murmuró la rubia asintiendo con la cabeza —. ¡Pero no tiene de qué estar celosa! Mi hermano está flechado por ella. Él cree que yo no me he dado cuenta, es muy despistado a veces. Desde Eleanor, su ex novia, no lo había visto así de risueño. No obstante, con Daphne hay algo diferente... —Charlotte observó a su hermano, mientras pensaba en las antiguas novias que él había tenido —. Louis no había tenido una reacción así con ninguna chica antes, quería mucho a Eleanor, sin embargo, cuando está con Daphne él... No lo sé... Sus ojos brillan. Sonríe de manera tan genuina cuando la ve. —La Princesa suspiró —. Cuando desearía que ellos estuvieran juntos...
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El peso de la corona [✔️]
Romance-Tú eres mi corona, mi vida y mi muerte. Voy a contarte una historia sobre una corona demasiado codiciada, ese pesado de oro tenía tanto poder que terminó por pudrir muchas almas, hizo que corriera sangre y cayeran lágrimas. • • • Cuando la guerra...