Lord Darian nunca bajó las escaleras con el alma pesarosa. La vuelta al pasado le había traído uno de los recuerdos más tristes. Casi estuvo a punto de perder a su esposa. Recordarlo le supo a hiel. Ophelia que caminaba unos pasos atrás, lo llamó.
- Querido, no te culpes, por favor.
- ¿Entiendes ya del porqué nos aborrece lord Bottom? Cree que matamos a su hermano, a Phillipe. ¡Dios!
Ophelia lo miró apenada.
- Pero lo que no hubiera soportado era haberte perdido para siempre, Ophe. Ver que nuestra hija padece del mismo mal, me hace sentir miserable.
Le cogió una mano y le besó sus nudillos.
- Ese chico ha pasado el peor de los destinos, lo que menos podemos hacer es perdonarlo.
- Si sale con vida - se apretó el puente de nariz y miró a su esposa.
- Saldrá con vida - le corrigió.
Sus miradas se entrelazaron como sus respiraciones.
- Te amo, mi Ophelia.
- Lo sé - se apoyó en él, respiró hondo, rodeada por sus fuertes y reconfortantes brazos-. Agradezco estar contigo y con mi familia.
Se apartaron cuando oyeron unos gritos ruidosos. Acabaron por bajar los últimos escalones cuando observaron que el mayordomo intentaba calmar a un hombre que no entraba en razón, desquiciado y desesperado. Nunca lo vieron así. Ese hombre al percatarse de sus presencias se giró hacia ellos con la mirada incendiada.
- Quiero llevarme su cuerpo - les exigió.
- Por favor, cálmese - respondió con frialdad.
- No me digas lo que tengo que hacer, bastardo - fuera de sí, le amenazó con el bastón -. Vuestro despotismo e hipocresía han terminado con la vida de mi ahijado.
- ¿Ah, si? ¿Su muerte no será por el remordimiento de otro? - el disparo hubiera sido para él, sino fuera porque él lo empujó al suelo, dándole la oportunidad de vivir -. Porque daba la casualidad que yo estaba ahí cuando su ahijado se interpuso entre la bala y yo.
- ¡¿Cómo se atreve?! ¿¡Asesinar a ...?!
- A su sobrino - terminó por acabar la frase -. No hemos dicho que mandó a un mercenario a matarlo, sino a matarme. No dé por supuesto que está muerto, que no lo está.
La mirada de lord Bottom se convirtió en hielo.
- Es una acusación que nadie creería.
- ¿Cómo el haber matado a su hermano?
Alzó el bastón, pero Ophelia fue quien se lo paró.
- Mi marido no mató a su hermano, lord Bottom, y por respeto a su sobrino, le pediría que se marche.
- ¡Furcia asquerosa, es igual que su hija, que...!
Lord Darian no pudo más y le lanzó un puño que derribó el hombre al suelo.
- No le permitiré que insulte a mi esposa y a mi hija en mi casa. He tenido bastante paciencia hacia usted de la cual no merece.
-¿Se lo he pedido? ¡Ja! No os merecéis ni el aire que respiro. Puede ser que mi hermano fuera un idiota en confiar en usted, pero no quita que usted es un asesino y su mujer, una...
- ¡Basta! - se alzó una voz por encima de sus cabezas. Bonnie se presenció allí con su tío a su espalda -. ¿No tiene una pizca de remordimiento cuando su sobrino está debatiéndose entre la vida y la muerte?
- ¡Es un traidor igual que mi hermano! Y algún día, sufriréis el castigo de ello.
- Es mejor que se vaya, si no quiere que llamemos a la policía - dijo Peter tranquilo-, o sino lo acompañamos hasta allí. Seguramente, nos podría esclarecer cómo ocurrió el disparo hacia su sobrino.
El caballero se levantó con la ayuda de un criado que lo apartó con la mano.
- No contraté a ningún mercenario y si mi sobrino sobrevive, vendrá hacia a mí a pedirme que lo acepte de nuevo y pedirme perdón por este ultraje
- No lo creo - replicó Bonnie con contundencia sin temblarle la voz -; su familia está aquí y somos nosotros.
