¿Ir al Night Raven College? ¿Ganar el torneo VDC?
¿Evitar que la novia fantasma golpee a nuestro crush?
Un humano en una tierra de magos sexys...
Please~
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Porque siento que este nenetiene un serio mommy issues, también por diversión...idk.
(Fem!reader) (Mommy)
Why rules?
Que día tan pesado había tenido Riddle, organizando la fiesta de Unbirthday para que estas fueran perfecta, cortando la cabeza de un par de alborotadores y estudiando arduamente hasta tarde para los exámenes próximos. Lo único que quería era llegar a su dormitorio y recibir mimos, también romper discretamente un par de reglas.
-Quiero a Yuu...¡Quiero a Yuu ahora mismo!-se aferró a la almohada con un vergonzoso puchero.
Su actitud severa de desmoronaba en la privacidad de su habitación, aunque no lo pareciese el pelirrojo era de hacer berrinches constante y además de Trey, la estudiante de cuarto año en Octanville que llegaba regularmente de visita también estaba más que enterada.
-Veo que mi bebé se siente muy solo ¿Quieres contarme tus problemas?
-¡Yuu!
Sus ojos azulea brillaron, no tenía idea que estaría de visita estos días.
Regla 94 de la Reina de Corazones: no estar despierto pasadas las diez de la noche.
El reloj marcaba las diez y media cuando el menor pudo fundirse en los brazos de la chica, tan cálidos y reconfortante, sin embargo fue apartado de un tirón dejandole el cuerpo helado.
-Creo que has usado el nombre equivocado, dulzura.
¿Cómo pudo habérsele olvidado?
-Perdón, Mommy.
Era eso lo que querías escuchar.
-Eres un buen bebé-acariciaste sus mejillas y depositaste un posesivo beso en sus labios que el pelirrojo recibió con gusto, para luego recostarse en tu pecho-, Cuéntame lo que te preocupa.
Aquella relación había iniciado de una forma peculiar, una que ninguno de ustedes se preocupaba por recordar, lo que importaba era el ahora y como lidiaban con las dificultades. En especial, la traumante y severa infancia de Rosehearts.
-¡Ellos no hacen lo que les digo!-se quejó, recibiendo de tu parte un abrazo reconfortante-Ellos...Ellos quieren hacerme fracasar. Rompen una y otra vez las reglas ¡Solo para molestarme!
