¿Ir al Night Raven College? ¿Ganar el torneo VDC?
¿Evitar que la novia fantasma golpee a nuestro crush?
Un humano en una tierra de magos sexys...
Please~
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El sexo entre mayores de edad y consensuado es normal..¡Contenido para adultos Leve(?)!
Ahora, con el de Jamil no tengo idea como hacer sin arruinar lo bello de la primera parte.
... Es mi primera vez escribiendo una escena erótica, estoy aprendiendo, díganme si les gusta.
AU íncubo (parte dos) (femreader)
"Dientes"
—Estoy en casa.
Ya era una rutina para ti estar acompañada al volver a tu apartamento, las noches solitarias viendo maratones de series se convirtieron en una especie de cenas caseras con un íncubo muy problemático. Uno que no sabía sobre relaciones sociales...o sexuales.
—¿Idia? ¿Ya estás durmiendo?—era común que fuera a recibirte a la puerta—No, imposible. Pasas jugando videojuegos hasta el amanecer...¡Idia!
—¿S-sí?
Te despojaste de tus tacones negros, tu saco de un popular color primario y te arrojaste de lleno al sofá como si esperaras que el espíritu que espantaba en el sótano por fin se decida llevarte al más allá. Esta actitud derrotada no pasó desapercibido por el de cabellos flamantes, era la misma que poseía él cuando sus padres hablaban de su futuro cono un íncubo de familia adinerada, porque sí, Idia tiene plata que no le sirve para nada en este momento.
—¿E-estas bien?—preguntó en un susurro tan bajo que el sonido de un avión lo opaco—Te ves...cansada.
—¡¿Y cómo más se supone que me vea?!—alzaste la voz tan fuerte que Shroud se encogió de hombros tratando de meterse por completo en esa bonita sudadera azul que encontró en tu armario—Trabajo 12 horas al día y me pagan una miseria... aunque pronto podría tener un aumento ¡Pero ni siquiera puedo tener un perro! ¡Apenas puedo con mi vida!
De cierta forma, Idia nunca pudo sentirse más identificado. Ah~ has sido tan buena con él estos días, a pesar de no haber realizado nada desde su llegada debido a tu trabajo, quizás era momento para que se tragara la timidez y pudiera ofrecerte un merecido regalo.
—¿Quieres...desestresarte?
Se notaba a kilómetros tu mal humor.
—Habla más fuerte Idia, que no puedo escucharte hasta a aquí.
—Quieres....
—¡Idia! ¡Más fuerte!
—¡Pregunté si quieres que te ayude a desestresarte!
