Capítulo 1: Todo

687 62 0
                                    

-Oye, Reki, vamos a patinar- le dice Shinichiro con una gran sonrisa esperanzada en el rostro. Reki simplemente suspira y sacude la cabeza. 

-¿Cuántas veces tengo que decirte que no quiero patinar contigo, Shin? 

-Vamos... por favor... solo esta vez... Rekiiiiiii... por favor...

Al chico se le habían acabado las excusas y su mejor amigo era demasiado insistente. A veces le gustaría tener las palabras correctas para rechazarlo, pero  no podía decirle que no a alguien como Shinichiro, era demasiado amable con todo el mundo, literalmente era como un cachorrito al que no se puede rechazar.  

-Bien, como sea, vamos a patinar.

-Te prometo que algún día vas a amar el patinaje tanto como yo y ya no tendré que obligarte a venir conmigo... es más, tú me rogaras poder patinar conmigo- le dice Shin lleno de confianza y Reki se limita a caminar a su lado siguiéndole la corriente, sin creer ninguna de sus palabras.

-Sigue soñando, imbécil- le responde Reki mientras le pasa un brazo sobre los hombros.

Shin acababa de comprar una patineta nueva, se había gastado todos sus ahorros en ella y aprovechaba cada uno de sus ratos libres para practicar, aunque claro que no lo hacía solo, porque siempre se las ingeniaba para arrastrar a Reki con él a todos lados. Mientras Shin comenzaba a calentar y a deslizarse por el asfalto del parque, Reki se sentaba en una banca cercana a darle apoyo moral... y se dedicaba a preparar el botiquín de primeros auxilios para cuando su amigo regresara sangrando. Últimamente de lo único que  hablaba era de lo increíble que era el skateboarding y de lo mucho que quería aprender a hacer los trucos que veía en internet. Shin era muy bueno aprendiendo cosas nuevas y Reki no dudaba de que el chico lograría dominar el deporte en poco tiempo, pero le preocupaba que cada día saliera más y más lastimado. Llevaba alrededor de cuatro meses practicando, aunque Reki solo había estado presente en el ultimo mes, por lo que no podría dar testimonio de cuantas heridas había sufrido realmente Shinichiro. 

-Oye, intenta no lastimarte nada esta vez- le dice Reki desde su sitio habitual, y Shin se gira lo justo para dirigirle su sonrisa más arrogante.

-¿Te preocupas por mi?

-¡Para nada! Rómpete el cuello si quieres- reclama Reki avergonzado y Shin aprovecha la ocasión para burlarse de él. 

-Relájate, no me pasará nada. 

Y con su habitual confianza, Shin levanta la patineta en el aire y hace un ollie perfecto. Al aterrizar, el chico sonríe desganado, ha empezado a dominar la técnica y quiere perfeccionarla. 

-¿Qué demonios fue eso? ¡Estuvo genial!- Reki no puede evitar emocionarse cuando Shin hace cosas así de geniales con tanta facilidad, como si no fueran la gran cosa. 

-Admite que el skate es genial y tal vez considere enseñarte...

-Me enseñarás de todos modos- le dice Reki con una enorme sonrisa en el rostro mientras le arrebata  la patineta de las manos.

-¿Cómo estas tan seguro?

-Porque eres mi mejor amigo.

Y sin poder evitarlo, Shin sonrió. Aunque no le enseñó a patinar ese día. De hecho fue hasta mucho tiempo después.  Por eso, cada vez que Reki recuerda las primeras veces en las que Shin intentó enseñarle a patinar, no puede evitar sentirse culpable.

-Me prometiste que algún día amaría el patinaje tanto como tú y que te rogaría poder patinar contigo ¿y sabes que? Tenías razón, Shin. Me gustaría patinar contigo de nuevo- dice Reki cuando encuentra una de las viejas fotografías donde ambos recién empezaban a practicar skate juntos.  

-Reki, ¿nos vamos?- le pregunta Langa mientras entra al cuarto del chico sin avisar. Reki simplemente se sacude esos viejos recuerdos y deja en su escritorio la foto que lo hizo viajar en el tiempo hasta sus primeros días en el patinaje.

-Claro, vámonos. 

Y mientras Reki camina junto a Langa para encontrarse con los demás, no puede evitar preguntarse cómo estará Shin... y desea poder verlo de nuevo.




Es Imposible OlvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora