Es Imposible Olvidar

Capítulo 4: Confusión

Langa veía a Reki sin poder entender nada ¿acaso su amigo había perdido la razón? ¿Qué demonios intentaba conseguir acosando al chico nuevo cuando este ni siquiera le estaba prestando atención?

-Shin, ¿eres tú verdad? ¿Me recuerdas? Soy yo, Reki Kyan, éramos... amigos, ¿me recuerdas, verdad?- Reki se oía desesperado, como un completo idiota y como un perdedor, pero no podía evitarlo, tenía años de no ver a Shinichiro. 

Los alumnos que estaban junto a Shin, chicos nuevos intentando hacer amigos seguramente,  se vieron unos a otros de forma incómoda y se despidieron de él sin dejar de juzgar a Reki por llegar corriendo y gritando como un demente. 

-Shin...

-Cállate Reki- lo corta el chico sin ningún atisbo de paciencia-. Sólo... sólo déjalo así. 

-Pero...

-Déjame en paz ¿quieres? Ya te escuché. ¿querías que te saludara? Hola. Ahora... adiós, deja de hacer el ridículo. 

Y al terminar de decirlo, comenzó a alejarse de Reki, quien no salía de su decepción. ¿Qué clase de nueva actitud era esa? Tenían años de no verse,  ¿y Shin reaccionaba de esa forma?

-Pero si es Shin...- le dijo a Langa  cuando este se acercó hasta él y lo tomó del brazo para que se fueran a casa.

-¿Y quien demonios es Shin? ¿El chico nuevo? Si eran amigos o lo conocías de antes, entonces ¿por qué apenas y te hizo caso cuando le hablaste?- le pregunta  Langa con cierta molestia mientras van a traer sus cosas.

-Yo... no lo sé. Creía que lo conocía y que éramos amigos pero ahora... ya no estoy tan seguro- al ver que su amigo estaba tan desesperado y tan confundido, Langa prefirió dejarlo tranquilo y no le hizo más preguntas. 

Ambos se quedaron en silencio los minutos siguientes, y mientras Langa patinaba durante todo el rato, Reki prefirió caminar normalmente sujetando su tabla de Skate con fuerza. Caminó lentamente hasta el lugar donde Langa y él patinaban siempre después de la escuela, el lugar en el que antes patinaba junto a Shin, con la leve esperanza de qué tal vez el chico estuviera allí esperándolo y dejando claro que todo lo que había pasado antes había sido una broma. Pero al llegar, el lugar estaba vacío.  ¿Cuándo había sido la ultima vez que Reki se había sentido tan traicionado? 

-Vamos a patinar- le dijo Langa con toda la naturalidad del mundo, pero su amigo no se movió ni un milímetro.

-No lo entiendo... Shin debería estar aquí. 

Reki miro al suelo y luego a la patineta que llevaba en la mano sintiéndose impotente, sus sentimientos comenzaron a confundirlo más y más con cada segundo que pasaba. ¿Por qué? ¿Por qué Shin no estaba allí? ¿Por qué no estaba patinando? ¿Por qué no... estaba a su lado?  Así que mientras caía en un agujero lleno de sus propias ideas pesimistas, Langa lo sacudió fuertemente de los hombros. 

-Si no me dices que demonios te pasa no puedo ayudarte Reki- le dice el chico muy preocupado. Langa había aprendido de sus errores y no volvería a dejar que su amigo se hundiera solo. Si tan solo se hubiera dado cuenta la ultima vez que algo le pasaba a Reki, el chico no se habría apartado del Skate  ni se habría aislado de todo el mundo. Pues bien, esta vez Langa no estaba dispuesto a dejar que Reki se deprimiera solo, se quedaría a su lado el tiempo que hiciera falta. 

-Langa... 

Y mientras el chico le sonreía, Reki se sintió de alguna forma aliviado.  

-¿Quién es Shin?