Capítulo 3: Realidad

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Para empezar, no había ninguna garantía de que el día saliera mal. Reki solo había dormido un par de horas la noche anterior tras regresar de la ruta de "S", se había levantado tarde, y por si fuera poco, tenía tanta hambre que sería capaz de comerse su propia patineta para no morir de inanición. Pero nada de esto garantizaba que fuera un mal día. O al menos eso era lo que el chico pensaba mientras corría por las calles de la ciudad para llegar si quiera a la mitad de la cuarta clase... o tal vez a la quinta. Demonios y ese día tenían una examen corto que resolver...

Al llegar a la escuela, no dejó de correr hasta que llegó a su salón y sin siquiera tener la intención de disimular su retraso, abrió la puerta de la clase en un segundo. Como es natural, su maestro le dio la regañina de su vida y un buen golpe con el libro de literatura. Al menos había logrado llegar.

-Reki- le susurra Langa discretamente mientras la clase sigue su curso normal- ¿por qué demonios llegas tan tarde? 

-Porque me gusta despertarme tarde y que todo me salga mal- le responde Reki dándole una palmada en el brazo. 

-¿Hablas en serio? 

-No Langa, es sarcasmo... tendré que darte unas clases después de esto. 

-Cómo quieras- le responde Langa disimulando una sonrisa. Claro que sabe lo que es el sarcasmo, pero le gustaría ver que Reki intentara explicárselo. 

-Siguiente párrafo- anuncia el profesor con su voz autoritaria y señala al ultimo chico de la primera fila. 

-"Sólo él sabía entonces que su aturdido corazón estaba condenado para siempre a la incertidumbre."- leyó el chico.

Mientras las palabras resbalaban de la cálida y dulce voz del chico, Reki se gira lo más rápido que puede hasta el origen de la voz. Nunca antes lo había visto. Tal vez era un estudiante nuevo... bueno lo sabría si hubiera llegado temprano. Pero por alguna razón, su voz le parecía familiar. Parecía que el tiempo se había detenido y Reki se sentía como un idiota viéndolo tan descaradamente. 

-"Al principio, embriagado por la gloria del regreso, por las victorias inverosímiles, se había asomado al abismo de la grandeza."

Y entonces Reki se quedo sin habla cuando el chico levanto la mirada hacía él. Parecía dolido, como si no quisiera verlo. Pero lo estaba haciendo. Alto. ¿Por qué lo estaba viendo?  Pero no era el único que le estaba prestando atención. De hecho, toda la clase lo estaba viendo. ¿Qué demonios estaba pasando? 

-Reki- Langa lo golpea en la espalda para que reaccione, pero Reki no tiene idea de lo que está pasando. De repente se sintió como si estuviera atrapado dentro de una burbuja. 

-Joven Kyan, ¿está listo para responder la pregunta? - le cuestiona el profesor alzando una ceja. 

-¿Eh? ¿Qué pregunta? 

Todos rieron ante el desconcierto de Reki, todos menos una persona, el chico nuevo. 

-Bueno, ya que el joven Kyan quiere quedarse castigado el resto de la semana aprendiendo literatura internacional, le haremos al nuevo estudiante que sí ha estado prestando atención la misma pregunta, ¿Cuál es el titulo de esta obra que estamos leyendo?

-Cien años de soledad- responde el chico ignorando la mirada de Reki, que desde hace tiempo está sobre él sin darle un respiro.

Y mientras la clases seguían y llegaban a su fin, Reki no dejaba de verlo. Langa incluso llegó a considerar la posibilidad de llevar a su amigo a la enfermería si seguía comportándose igual de extraño al terminar las clases. Tal vez el calor le había quemado las ultimas neuronas que tenía en la cabeza.  Y de pronto los rasgos del nuevo estudiante parecieron adoptar sentido. No era alguien nuevo, era un viejo conocido. Y Reki no podía creérselo.

Cuando las clases terminaron, el profesor se acercó hasta Reki para hablarle sobre su castigo y el chico fingió que lo escuchaba hasta que fue capaz de abandonar el salón. Langa lo estaba esperando en el pasillo, pero en cuanto el chico puso un pie fuera de la clase, comenzó a buscar frenéticamente por todos lados.  

-Shin...- primero Reki lo dijo como si fuera un susurro, pero luego no fue capaz de contenerse y comenzó a gritar- ¡Shin! ¡Shinichiro! 

 Langa intentó detenerlo, pero le fue imposible, Reki salió corriendo en una dirección al azar buscando entre los pasillos de la escuela mientras Langa lo seguía muy de cerca. Y cuando finalmente lo encontró, el chico nuevo estaba hablando con otros estudiantes, fingiendo que Reki no existía, porque ni siquiera le dirigió la mirada cuando el chico lo llamó por su nombre.  







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