Capítulo 13

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-Hay un mago que ha sido profesor mío desde hace muchos años. Fuera del colegio, me refiero, mis padres querían que fuese muy buena bruja porque al no tener hijos varones el prestigio familiar estaba en juego –empezó a desarrollar Bellatrix-. Es buen profesor, pero muy estricto. Tiene un carácter complicado y no se lleva bien con la gente.

-Muy bien –respondió Eleanor para mostrar que hasta ese punto lo entendía.

No le pidió nombres ni detalles, pese a lo cotilla que era en esa ocasión no quería cotilleos sino ayudarla. Eso alivió a Bellatrix que continuó:

-Este año hay otro profesor... Bueno, es Grindelwald, ya lo sabes. El caso es que con él me llevo muy bien, me ayuda mucho y me... me gusta estar con él. Anoche coincidieron los dos en una fiesta y no fue bien.

-¿Choque de egos?

-Efectivamente –sonrió Bellatrix-. Grindelwald fue muy amable conmigo (siempre lo es) y por primera vez me contó cosas sobre su vida (aunque de su interés en la "varita" de Dumbledore no dijo nada). Tuvo más gestos de afecto pese a su actitud contenida, ¿sabes?

-Ok, entiendo. ¿Cómo reaccionó el otro?

-Le dejó claro que mi maestro es él y ningún otro, lo cual me parece normal porque así ha sido siempre. Y esta mañana ha venido a verme. Creí que me preguntaría por Grindelwald o que como mucho ignoraría el tema y seguiría como siempre... Pero en lugar de eso ha estado...

-¿Superamable y encantador como nunca antes? –la interrumpió su amiga.

-¿Cómo lo sabes? –preguntó Bellatrix alzando la vista para encontrarse con los ojos de Eleanor.

-Porque es el comportamiento típico cuando sientes que te van a robar a tu pareja... o a quien sea.

Bellatrix asintió lentamente intentando comprenderlo. No se le daban bien esos temas.

-Pero Vol... el hombre del que te hablo no es así, lleva toda su vida siendo muy duro y consiguiendo las cosas con castigos, no con premios. Y ahora de repente cambia.

-Porque hasta ahora nunca se había visto amenazado, nunca había creído que alguien pudiera hacerle sombra. Grindelwald es muy poderoso, está para comérselo y tiene debilidad por ti, así que te querrá de su parte. Se te ha ganado en muy poco tiempo pese a que tienes fama de odiar a todo el mundo (excepto a tu pequeño escarbato, claro)...

Bellatrix sonrió y la besó en la mejilla, así era. "Continúa" le pidió.

-Grindelwald ha conseguido despertar tu interés con amabilidad, caballerosidad y haciéndote sentir especial; táctica que por lo que me cuentas es la contraria a la de tu profesor. Y él se ha dado cuenta de que quizá eso es más eficaz. Al menos por un tiempo hasta que la amenaza de que lo dejes por Grindelwald desaparezca. Por eso ahora está probando a ser suave contigo.

Se quedaron unos segundos en silencio mientras Bellatrix lo meditaba. Era cierto que hasta que tomara la marca (y eso debía hacerlo voluntariamente o el maleficio no funcionaría) su vida no pertenecería a Voldemort. Quedaban apenas unos meses para terminar Hogwarts y convertirse oficialmente en mortífaga. A su maestro le daría miedo perder su inversión por tan solo unos pocos meses... Lo que decía Eleanor tenía sentido.

-¿Entonces tú crees que Grindelwald tiene motivos ocultos para acercarse a mí? ¿Que quiere "robarme" de mi maestro o algo así? Me extraña porque hasta hace unos meses no me conocía y tampoco veo en qué podría ayudarle yo...

-Mm... -murmuró Eleanor pensativa- Eso no podemos saberlo... No sé si se peleó con tu profesor solo por arrogancia o porque realmente te quiere de su parte.

El profesor y la mortífagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora