❝ soy un tonto por ti, félix ❞
seo changbin era el típico chico malo, popular y arrogante. sin embargo, todo lo que conformaba ser él, se fue rodando por el borde del abismo al ver por primera vez al chico nuevo, el recién transferido de australia y...
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Félix se encontraba caminando por el pasillo en dirección a la cafetería de la universidad. Hace ya algunos minutos que la campana había sonado y no olvidó que tenían que ir en busca de Changbin. Al comienzo le pareció un poco raro pero también se puso a pensar en los aspectos positivos que traería el tener nuevas amistades. Hasta ahora las pocas personas que pudo conocer le habían caído bien por su personalidad sincera y actitud relajada. Después de todo ir a estudiar en una ciudad diferente a la suya no fue mala decisión.
Sujetando el tirante de su mochila logró ingresar al lugar, notando con la mirada rápidamente como Changbin se levantaba y le indicaba su lugar. A pasos lentos, Félix fue acercándose y el rubio le esbozó una gran sonrisa de satisfacción.
─Hola, Félix.─ logró empezar. ─Pensé que ya no v-vendrías.─ titubeó la última frase.
─Hola, oh. ¿En serio?─ frunció levemente el ceño, estaba seguro que no habían pasado más de cuatro minutos. ─Lo siento, debe ser porque esperé a Jisung pero él dijo que se quedaría en la biblioteca a investigar sobre algo.─ le restó importancia encogiéndose de hombros. ─No podía acompañarlo sin avisarte antes.
Changbin empezó a sentirse muy inseguro. ─Vas, ¿Vas a ir también?
─No, no, creo que daría un mal aspecto de mí persona.─ le sonrió tímidamente, alterando el corazón de Changbin por lo adorable que se veía ante él. ─Además, me agrada tu compañía también,a pesar de que hablamos muy poco.
Eso fue suficiente para hacer sonreír al rubio, en cierta parte Félix tenía razón, pero Changbin se iba a asegurar de permanecer el mayor tiempo posible con el pelirrojo. No estaba seguro por qué lo quería así, pero tampoco es como si no le agradara la idea o todo lo que tenga que ver con Félix desde que lo vio por primera vez.
─¿Vas a querer algo en especial?─ habló Seo luego de que el pelinegro se sentó frente suyo.
─Uh, bueno ¿Vamos ambos?─ sugirió haciendo un ademán de volver a pararse.
─No, por supuesto que no.─ se apresuró a decir, haciendo que Félix detuviera sus movimientos. ─Yo te invité, d-déjame hacerlo de una buena manera.─ fundamentó algo cohibido por la fija mirada del pelirrojo.
─Woah, gracias, pero no es necesario, en verdad. Puedo comprar también, no te preocupes.─ trató de convencerlo con su suavizada voz.
─Solo por hoy si quieres. Yo no pude hacer nada al respecto en tus primeros días de asistencia.─ hizo un inconsciente puchero y Félix terminó por acceder, dejando en claro que no era necesario pero que igualmente agradecía mucho su amabilidad. ─¡Bien! Vuelvo en seguida.─ se aseguró de tener la billetera en el bolsillo de su pantalón y con una corta sonrisa se fue alejando.
Félix también sonrió levemente, de cierta manera le parecía que Changbin era un tanto especial y con una personalidad algo inusual. Podía sentirlo cada vez que él lo miraba o cada que percibía sus gestos y extrañas actitudes. Solo no esperaba equivocarse en cuanto tenerlo en su corta y casi inexistente lista de amigos.
