❝ soy un tonto por ti, félix ❞
seo changbin era el típico chico malo, popular y arrogante. sin embargo, todo lo que conformaba ser él, se fue rodando por el borde del abismo al ver por primera vez al chico nuevo, el recién transferido de australia y...
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─¡¿Por qué hiciste eso HyeSun?!─ exclamó Changbin más que enojado en cuanto pudo separarse de la pelirroja. Él solamente iba salir en busca de Félix por su libro de Química, pero lamentablemente fue interrumpido por HyeSun en medio del pasillo.
Changbin odiaba a su compañera por ser tan insistente y obviamente esta no hacía nada más que coquetearle e insinuarle. Justamente cuando Seo la tomó de los antebrazos para mover la de su camino, la joven se zafó y lo tomó fuertemente de las mejillas, uniendo sus bocas desesperadamente. El pelinegro no supo cuánto tardó pero hizo lo posible por separarse. Ahora mismo se sentía asqueado.
─Es que... U-Usted me gusta, Changbin-oppa.─ dijo tímidamente.
─¡¿Y crees que esa es una excusa para besarme?!─ recriminó, limpiándose fuertemente los labios con la manga de su chaqueta. ─¿Qué rayos no te queda claro, eh?
─Cha-Changbin.─ intentó acercarse.
─¡No, Chabgbin nada! ¡Aléjate de mí, maldita sea!─ le gritó enojado, no podía controlarse. HyeSun empezó a sollozar, le dolía que el chico que le gusta la tratara mal.
Seo se acercó tomándola de brazo y le habló en voz baja. Su mirada seguía fija y molesta. ─Escucha bien, HyeSun. No quiero verte cerca de mí, ni de Félix. ¿Entendiste?─ ella asintió cabizbaja. ─Hazme el favor de no fastidiarnos e interrumpir. ¿Sabes la mierda que se hubiera creado si Félix te hubiera visto?
─N-no.
─Exacto, no sabes en el problema que me hubieras metido. Así que ahórrate tus ganas y busca a alguien que te soporte.
Changbin no pudo evitarlo y la soltó con algo de brusquedad. Suspiró fuertemente y ya que Química le tocaba a tercera hora decidió ir en busca de su pelirrojo. Le importaba poco que HyeSun se quedara ahí sollozando en medio del pasillo. Ella había sobrepasado los límites.
Se apresuró en alejarse de ahí. Mucha fue su sorpresa al poder ver a Félix caminando hacia las escaleras. ─¿Iba venir a verme?─ murmuró Seo y, sin pensarlo demasiado corrió hasta acercarse al pelirrojo.
─¡Hey, Lixie!─ el pelinegro lo tomó delicadamente del brazo, pero su ceño se frunció cuando Félix se alejó abruptamente. ─¿Estás bien? ¿Qué pasa?
Seo se puso frente al pelirrojo, sus ojos se abrieron desmesuradamente al verlo completamente triste y con la naricita media rojiza.
─¿Qué tienes, Lixie? ¿Estás llorando?─ quiso sostener el rostro del más bajo, sin embargo estese removió incómodo.
─No me pasa nada, solo iba a entregarte tu libro.─ su voz sonaba apagada, sin ningún buento que anímico como de costumbre.
Félix presionó el libro en el pecho de Changbin y lo rodeó para irse rápidamente. Seo tomó el objeto y fue detrás de él.
