Cuando _______ volvió llegó descalza y llena de tierra, con el vestido mojado y una expresión triste.
No dije nada, solo extendí mis brazos hacia ella y corrió hacia mí para abrazarme, la estreche con fuerza y deje que llorara sobre mi hombro, en ese momento lo único que tenia claro era que no podía dejarla, que jamás volvería a perderla tanto tiempo.
Me había tenido tan preocupado, que no pude dormir en toda la noche, seguramente lo sabe por mis ojeras, por la forma en la que me levanté de la silla de la cocina cuando la vi entrar.
Acaricié su cabello y ella se aferro a mi camisa; cuando nos separamos seque sus lagrimas con mi pulgar y _______ sonrió aliviada.
Nunca le pregunté a donde fue, supuse que me lo contaría cuando estuviese preparada, pero eso nunca pasó.
Pocos días después desaparecimos de ese pueblo, llevábamos demasiado tiempo allí y no nos venia bien que la reina hubiese escogido como su favorita a ________, porque entonces esperarían que se casara con un hombre a la altura de su nueva posición y si eso pasaba el tiempo pasaría y ninguno de los dos envejecería, descubrirían entonces nuestro secreto.
No esperamos a que eso pasara y nos fuimos muy lejos de allí, dejando aquella vida atrás para empezar otra nueva.
Y así comenzó a pasar el tiempo y los siglos.
Ahora nos encontramos deambulando por el mundo en un coche que compramos hace años entres los dos, pensando en donde podríamos instalarnos.
_________ se encuentra en el asiento del copiloto revisando el mapa.
- ¿Has encontrado algún lugar interesante? – le pregunto –
- Hay un pequeño lugar cerca de aquí que parece agradable.
- ¿Cómo se llama?
- Arcadia.
- Arcadia...suena bien.
- Pues si también te gusta vayamos. – me sonríe –
Asiento con una sonrisa y conduzco por las carreteras que me indica hasta llegar a la entrada de la ciudad, un letrero nos confirma que estamos en el lugar correcto: "Bienvenidos a Arcadia" se puede leer.
Paro el coche y nos quedamos mirando el final de la carretera, mientras el sol se pone.
- ¿En que piensas? – le pregunto –
- En si alguna vez pararemos.
- ¿De qué?
- De viajar, me gustaría que algún día podamos parar definitivamente, poder tener un hogar – cierra los ojos y se recuesta en el asiento – No es que no me guste ver mundo, pero me gustaría tener un lugar que podamos llamar nuestro. – abre los ojos girando su rostro hacia mí y sonríe –
La luz del atardecer se refleja en su bonito rostro y siento como se me acelera el corazón, como crece en mi la misma ilusión y el mismo deseo que acaban de pronunciar sus labios.
- No se cuando ni como, pero te prometo que algún día lo tendremos. – le devuelvo la sonrisa –
Noto como su rostro enrojece ligeramente con una expresión de sorpresa antes de dedicarme una sonrisa radiante, incluso podría jurar que me ha parecido ver sus ojos brillar.
- Es una promesa entonces, Douxie. – me dice con su suave voz –
Después de quedármela mirando unos segundos de más como un completo idiota vuelvo a centrar mi atención en la carretera y pocos minutos después entramos en la ciudad de Arcadia.
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A través del tiempo. (Douxie x tú)
Fanfiction¿Qué es el tiempo para los magos? Insignificantes número que avanzan sin cesar en un bucle infinito carente de interés. Y aún así es capaz de atormentarte, apareciendo en tus sueños recordandote el pasado y la llegada de un futuro ya fijado. Todo...