Capítulo 35: Calma y destrucción.

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Jeongin estaba seguro de que estaba dormido, casi podía asegurar completamente que lo estaba. Hyunjin jamás sería capaz de ponerse ese traje rosado chillón con esa boa de plumas verde y zapatos de payaso, al menos no por voluntad propia. Y estaba seguro de que Changbin y Minho no tenían alas ni se pondrían pañales y andarían lanzándole flechas con forma de corazón a la gente mientras volaban por sus cabezas. Todo un espectáculo.

¡Jeongin! — Gritaba Jisung, que tenía el cabello amarillo pollo, estaba sentado sobre las piernas de alguien a quien no podía ver el rostro — ¡Jeongin! 

No tenía sentido que su voz se escuchara tan fuerte, estaba bastante lejos aunque no podía explicar donde estaban todos, definitivamente se estaba volviendo loco o algo así.

¡Jeongin! — Volvió a gritar Jisung casi cerca de su oído y Jeongin vio a los lados confundido —

¡Ya llegaron Chan y Felix! ¿Pero, por quÉ iban agarrados de la mano? Venían hablando en susurros raros y veían mal a todo el mundo; y si contábamos su ropa negra y ojos delineados, eran los típicos emos incomprendidos

¡Jeongin, maldita sea! ¡Despierta! — Ése grito lo desconcertó completamente, más aún cuando sintió un tirón doloroso en su brazo izquierdo. —

Repentinamente el gran salón elegante donde se encontraban comenzó a oscurecerse y deshacerse hasta que al final todo quedó en una bruma negra; Jeongin cuando todo hubo desaparecido, pudo abrir los ojos y lo que menos se esperó fue ver el pueblo de las Hadas, de cabeza

Tardó unos segundo en darse cuenta de qué estaba pasando. Estaba en medio de un vuelo inconsciente con Jisung aferrado a su brazo con todas su fuerzas. Más o menos, se encontraban a unos cien metros del palacio y a unos cuarenta del suelo. Jisung se sostenía lo más que podía y veía al suelo asustado.

¿Qué rayos? — Murmuró estirándose tranquilamente, ignorando al desesperado Jisung —

— ¡Te pusiste a volar de la nada mientras dormías! — Explicó gritando. Ya algunas Hadas se daban cuenta de la extraña situación y veían el cielo con curiosidad — ¡No sé si te has dado cuenta, pero las sombras se mueren con la luz del sol y no pueden ayudarme! —

¿Y qué hizo él? Soltar a reír, la expresión de pánico de Jisung era demasiado chistosa, aunque sentía cierto calambre en su brazo

¡Te vuelves a reír y te saco los colmillos, Hijo de puta! — Exclamó, sus mejillas estaban bastante rojas y estaba sudando levemente. Jeongin hizo un puchero —

¿Y cómo se supone que te muerda después, bebé? — Preguntó divertido. Han gruñó arañando su brazo, el rubor en sus mejillas se extendió rápidamente a sus orejas y a su cuello —

¡Deja de hablar y llévame de vuelta! — Reclamó, Jeongin rió enderezándose y lo tomó del otro brazo, comenzando a dirigirse al castillo —

Podemos tachar esto de nuestra lista de aventuras — Dijo aguantando una carcajada y Jisung lo fulminó con la mirada, aunque se veía más tranquilo cada vez que el castillo estaba más cerca — ¿Entonces me viste salir por la ventana y creíste que sería buena idea colgarte de mi? 

Estabas dormido — Dijo ligeramente abochornado mientras Jeongin lo dejaba sentado en el alfeizar de la ventana y se cruzó de brazos — Pensé que no sabías qué hacías 

No lo sabía — Admitió — Cuando duermo y me dejo llevar, levito inconscientemente. Lo mismo le pasa a Felix y a Hyunjin, pero ellos no me creen. — Volvió a estirarse sentándose a un lado de Jisung, de modo que sus brazos quedado en contacto. Jisung volteó ligeramente para ver a Chan, pero él seguía durmiendo aferrado a dos almohadas —

Breaking the Mask: The Damn Secret (Hyunknow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora